A cuatro meses de que la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3DMX) expusiera la posible intervención del gobierno mexicano en la aplicación de un software de espionaje para vulnerar la privacidad de un grupo de activistas, surge otro caso con algunos factores similares, pero que ahora tuvo como objetivo (y víctima) a varios periodistas y activistas.
Una investigación a fondo publicada por la gente de Citizen Lab, denuncia el uso del spyware conocido como NSO contra por lo menos seis periodistas, cinco activistas enfocados a labores de anticorrupción y lucha contra la violación de derechos humanos, tres personas dentro del ramo de salud pública (ya reportados en febrero en conjunto con R3DMX) y hasta un menor de edad.
(C) Citizen Lab
Según señala el informe, el ataque masivo se habría dado entre agosto de 2015 y julio de 2016, donde un total de once nuevas víctimas, la mayoría de ellos periodistas, incluyendo a la reconocida Carmen Aristegui y hasta su hijo menor de edad, habrían sido objeto de un envío de 76 mensajes SMS a sus teléfonos móviles personales.
Dichos mensajes de texto, con información falsa sobre alertas Amber de desaparición, contactos personales de supuestos conocidos y hasta notificaciones del consulado de Estados Unidos sobre trámites de Visa, contenían enlaces maliciosos que una vez abiertos podían descargar en segundo plano el spyware NSO.
(C) Citizen Lab
No existe una conexión clara entre las víctimas de esta campaña de intervención. Sin embargo, Citizen Lab señala en su informe que este ataque podría haber sido ejecutado por la firma israelí NSO Group, debido a las similitudes del código del spyware y el modus operandi, ya visto antes con el caso de las refresqueras.
De igual modo, Citizen Lab marca un vínculo entre las actividades de las víctimas y su participación en diversos movimientos de denuncia y exposición de algunas prácticas cuestionables del gobierno, entre desapariciones, abusos de poder, violación de derechos humanos y asesinatos extrajudiciales.
(C) Citizen Lab
Destacando la investigación entre todos ellos el denominado escándalo de “La Casa Blanca”, de noviembre de 2014, en donde el actual Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, se vio involucrado en una investigación por posible conflicto de intereses, tras descubrirse una lujosa mansión que podría haberle sido otorgada como favor por parte de una firma constructora.
No se sabe hasta el momento cuáles serán las repercusiones de esta denuncia abierta.