En este día tan tranquilo por el terreno de Internet (si no me creen, miren nuestras notas anteriores), Pavel Durov, CEO de Telegram, dijo en Twitter que unos agentes estadounidenses habían tratado de sobornar a un par de desarrolladores de la empresa durante una visita al país del norte el año pasado, incluyendo, de paso, una pequeña mención para el FBI, quienes estarían presionándolo de alguna manera.
Las acusaciones vienen solo días después de que el mismo Durov haya supuesto una presunta “puerta trasera” (a modo de acceso ilegal) para el nivel de cifrado de las conversaciones de su rival más cercano, Signal, ya que estas habrían sido financiadas por el gobierno de los Estados Unidos. “Predigo que encontrarán una puerta trasera dentro de los próximos cinco años desde ahora”, dijo el CEO en una declaración recogida hoy por Mobile World Live.
A pesar de lo anterior, son diversos los expertos en seguridad que han puesto en duda el grado de seguridad de Telegram, incluyendo a Edward Snowden, quien dijo que la aplicación estaba hecha por gente con buenas intenciones, pero con un desconocimiento grave en cuanto a temas de seguridad.
Todo lo anterior podría ser uno más de los múltiples arrebatos que Durov ha tenido durante todos estos años, sin embargo, sus declaraciones no nos dejan de llamar la atención, a pesar de que, a estas alturas, honestamente, ya poco nos sorprendan.
