Desde que Donald Trump llegó la poder la agencia espacial de la NASA se ha convertido en uno de los bastiones de confrontación y debate para el equipo del Presidente. Desde recortes de presupuesto caprichosos hasta pleitos en redes sociales. La NASA y Trump no son amigos y ahora surge un nuevo episodio en su pleito.
Resulta que la administración de Trump habría solicitado al equipo de ingenieros de la NASA que modificaran sus planes de comenzar las primeras misiones de exploración espacial con astronautas humanos, para realizarlas en el año 2019, en lugar de hasta el 2021, como tienen previsto, y la agencia se ha negado.
El punto central del debate es su cohete SLS (Space Launch System), diseñado para llevar exploradores a Marte algún día y sus misiones de preparación.
El plan diseñado originalmente contempla realizar el primer vuelo espacial de una nave, denominada como Exploration Mission 1 (EM-1) para que viaje a la luna, circunde su órbita y regrese a la tierra.
Dicha misión no va tripulada y tiene la finalidad de funcionar como ensayo para probar la confiabilidad de la maquinaria antes de trepar a una persona ahí; pero la gente de Trump pidió a la agencia que recortara su proceso para fusionar la EM-1 con la EM-2, donde la nave ya iría abordada con astronautas.
Como era de esperarse, la NASA, que tiene más idea de lo que implica llevar a alguien a otro planeta, se manifestó en contra.
Robert Lightfoot, administrador de la NASA convocó a una rueda de prensa para hablar sobre el asunto, señalando que esta idea representaría un riesgo para todos y un incremento de gastos hasta por USD $900 millones.
La postura final de la NASA es que se apegarán al plan original, concebido hace años, descartando la solicitud de la administración de Trump.
Ojalá tengan la última palabra.
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