El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el órgano encargado de regular las prácticas de operadoras móviles, fijas, proveedores de internet y empresas de medios en México, ha sufrido una serie de cambios que parece ir restringiendo sus facultades de acción, al menos contra las televisoras.
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Pero desde el punto de vista de algunos especialistas el asunto es mucho más delicado, y parece involucrar distintos intereses políticos y privados de cara al futuro cercano del país, por lo que advierten de un ataque sobre la integridad de esta institución.
Aleida Calleja, coordinadora del Observatorio para Latinoamérica sobre Regulación, Medios y Convergencia, en entrevista para Grupo Reforma, advierte que esta pasada reforma y la no ratificación del Presidente del IFT, cuyo periodo termina en septiembre de 2017, representan una evidencia clara del uso del uso del aparato de gobierno por parte de los poderes fácticos para manipular la situación del regulador:
Mi opinión es que la intención de los poderes es minar al IFT. Lo más triste es que los poderes del Estado están siendo coptados por los poderes fácticos; tienes a un Estado que está totalmente arrodillado frente a poderes de particulares mediáticos.
Mientras, desde la perspectiva de Abel Hilbert, ex comisionado de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, ente previo a la formación del IFT, señaló la urgencia por ratificar al actual presidente del regulador, antes de generar una situación de inestabilidad en este sector.
Por lo pronto no se ha definido nada más allá de la salida del IFT regulando la información emitida por las televisoras.
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