Hasta que llegó el día en que nos confirmaron una misión espacial a Marte. Luego de varios años de especulaciones, la NASA confirmó que una misión tripulada al planeta rojo se llevará a cabo durante la década de 2030, no obstante el despegue se realizará en 2018. Claro, ahora te preguntarás dónde pasarán los astronautas todo este tiempo y la respuesta es más sorprendente de lo que podríamos esperar: lo harán en la órbita de la Luna.
Según apunta Engadget, el proyecto consta de cuatro viajes al espacio cislunar que buscarán establecer una base con un módulo de investigación científica, una fuente de poder y un espacio con aire para futuros visitantes en dicho lugar. Para lo anterior, contarán con la ayuda de un brazo robótico autónomo similar al Canadarm2, dispositivo mecánico que asiste a los miembros de la Estación Espacial Internacional cuando algo anda mal en las afueras de la nave.
Una vez que la plataforma esté construida y pueda soportar vida humana, se realizará el despegue hacia Marte en una nave conocida como Deep Space Transport, dispositivo que por estos días está siendo concesionado por seis firmas privadas que buscan diseñar un prototipo funcional, cuenta también Space.
Todo lo anterior tendrá un costo cercano al trillón de dólares (o un billón, para aquellos que no vivimos en Estados Unidos), monto que será gastado en el transcurso de 25 años, no sin antes tener en cuenta que la complejidad entre estas misiones es tremendamente grande, por lo que el valor final posiblemente sea dos o tres veces mayor que el entregado en primera instancia. De todas formas, siempre es bueno saber que la exploración espacial va por un buen camino, incluso retornando a la Luna luego de tantos años. O bien, yendo por primera vez, quién sabe (?).