Canon, el conocido fabricante de cámaras y otros artefactos electrónicos, lanzó al mercado la C200, una cámara de la línea Cinema EOS que está más pensada para usuarios profesionales que para el común de los mortales. ¿Qué tiene de especial? La C200 es la primera cámara Canon capaz de grabar 4K en formato RAW -léase en muy buena calidad y sin compresión- sin la necesidad de ninguna modificación externa como un monitor, grabador externo o el nunca bien ponderado Magic Lantern.
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Entre las características útiles para los fanáticos del video digital se encuentran velocidades ISO de hasta 102.400, 15 puntos de latitud en modo Cinema RAW, diez niveles de filtros ND y toda la conectividad que la serie C acostumbra tener, como salidas SDI y entradas XLR de audio, entre otros. Para los que no conocen esta línea, es una serie de Canon pensada para los usuarios que hacen cine o televisión con cámaras DSLR -como la 5D, por ejemplo- y que necesitan una cámara de video y no necesariamente una fotográfica, con toda la funcionalidad que eso implica.
En cuanto a su precio -unos no despreciables US$7.500 con accesorios- la C200 se uniría al diminuto panteón de equipos capaces de grabar 4K con calidad cinematográfica y sin sobrepasar la barrera de los diez mil dólares, panteón que ya ocupan con mucho orgullo cámaras como la Panasonic GH5 y la Sony a7S II.