Nadie en su sano juicio pensaría jamás en hackear un marcapasos, dado el obvio riesgo para la vida de las personas que esto conlleva, sin embargo, un estudio realizado por la firma WhiteScope dejó en evidencia que lo anterior es bastante más fácil de lo que podríamos llegar a pensar, descubriendo la sorprendente suma de ocho mil vulnerabilidades en estos pequeños, pero vitales dispositivos.
PUBLICIDAD
La principal de estas fallas -graves- de seguridad es que muchos de estos aparatos ni siquiera cuentan con un sistema de login para acceder a su configuración principal, por lo que es tremendamente sencillo acceder a los mismos con algunos pequeños conocimientos sobre el funcionamiento de los mismos, logrando incluso manipularlos a distancia. Sin embargo, y a pesar de que esto ya nos suena pésimo, el texto nos indica que es probable que los potenciales atacantes accedan a datos privados de los pacientes que utilizan estos artilugios, dado que dicha información suele encontrarse dentro de los mismos, en sus versiones más modernas.
Lamentablemente, este es un tema que se ha encontrado presente en la palestra desde hace varios años, logrando solo que un 17% de los fabricantes tome algún tipo de medida de seguridad para sus equipos, tema que es tremendamente preocupante para aquellas personas que usan estos aparatos, así como también para sus familiares.
De cualquier manera, llama la atención la falta de acciones para asegurar a estos pacientes, teniendo en cuenta la gravedad del hecho. Ojalá no sea cosa de tener que esperar a que algo similar ocurra para que recién empecemos a actuar, no obstante todo nos parece indicar que para allá vamos.