Entre tanto avance tecnológico, Windows 10, integración con otros software móviles y cosas similares, a veces uno olvida lo bueno que fue el pasado en este ámbito. Resulta que, mientras Internet se caía a pedazos con los ataques de ransomware de WannaCry, existía un sistema operativo antiguo que es inmune a este tipo de ataques, y ese sistema era nada más ni nada menos que nuestro siempre fiel y confiable Windows XP.
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Lo que resulta interesante es la curiosa consecuencia que tendría un ataque con este malware, ya que según una investigación publicada por Kryptos, el único resultado que podría generar un computador infectado de manera remota con este malware es un pantallazo azul, cuya solución consiste en un hard reset y nada más. Tantas molestias para qué, nos preguntamos por acá.
De todas maneras, el virus, por lo menos en su forma más básica, puede ser instalado de manera manual en los equipos que por algún motivo que desconocemos- aún tengan instalada esta configuración, sin embargo, es alta probable que uno que otro BSOD haya sido provocado remotamente por uno de estos atacantes.
Todo lo anterior echa por tierra la suposición infundada de que este sistema operativo fue el responsable de los ataques en los hospitales de Reino Unido, acusación que fue descartada por los organismos locales, argumentando que solo el 5% de sus PC contaban con este software instalado en la actualidad. Lo extraño de todo esto, es que reportes posteriores estarían culpando a equipos con Windows 7 que no contaban con los parches de seguridad actualizados al momento del hecho. Mirá de quién te burlaste.
De todas formas, el reporte también informa que cerca de un millón de computadores en China aún hoy están infectados con este malware, hecho que se podría explicar por la baja tasa de instalación de Windows 10 -sistema seguro para estos efectos- en el país, consigna The Verge.