Hoy se extiende el catálogo de juegos para la Nintendo Switch con Ultra Street Fighter II: The Final Challengers, el remix del Super Street Fighter II: Turbo HD Remix estrenado en 2008 para PS3 y Xbox 360 y que a su vez es la versión “mejorada” de Super Street Fighter II Turbo de 1994.
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La nueva versión para Switch incluye dos modos de visualización: la clásica estética pixelada y otra en HD. También incluye dos personajes nuevos y dos modos nuevos que detallaré más adelante. Hasta ahí parece una buena idea, pero la mala noticia es que si bien trae algunas mejoras y adiciones, en general el producto es bastante decepcionante. ¿Por qué? Aquí tienen cinco razones:
1. Nuevos modos sin relevancia
Además de agregar nuevos personajes, que en realidad son versiones más demoníacas de personajes existentes -Evil Ryu y Violent Ken-, el juego trae dos modos nuevos. El primero es uno de “dos contra uno”, en el cual podemos jugar con un amigo o con la CPU contra otro personaje CPU. O sea usamos al personaje enemigo como bolsa de arena despedazándolo a golpes. Es como la forma fácil y rápida de ganar una batalla. Y por si no fuera suficiente, hay otro modo que es aún más irrelevante: El Camino del Hado, en donde jugamos con Ryu en perspectiva de primera persona. Aquí el objetivo es lanzar hadouken y puñetazos a hordas de enemigos; básicamente, una excusa para “aprovechar” los Joy-Con y usarlos como puños en un total gimmick. El problema de este modo, además de aburrir al rato, es que muchas veces no capta los movimientos de los controles y las ganas de jugar se agotan rápido.
2. No hay Bonus Stage
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¿Recuerdan las etapas bonus que están presentes en varias entregas de Street Fighter? Son niveles que aparecen en el modo de un jugador que, como el nombre lo indica, sirven solamente para conseguir más puntaje y no afectan en las victorias. Lamentablemente en Ultra Street Fighter II estos niveles no están presentes. Está bien, no influyen tanto en el juego, pero era divertido reventar un auto a patadas o derribar una pirámide de barriles de lata en llamas. Adiós, nostalgia.
3. Estética irregular
Como había mencionado arriba, el juego se puede ver al estilo retro pixelado original o bien con una apariencia en alta definición. En ese segundo formato, los cambios son bien deficientes ya que en HD el juego luce igual que el Super Street Fighter II Turbo HD Remix del 2008, una animación Flash. Pero eso no es todo, respecto a la estética no dejó de llamarme la atención la horrorosa interfaz de usuario que tiene este juego. El menú principal parece un presentación de Power Point con imágenes estáticas, un listado de opciones desordenado y una tipografía aleatoria. Sabemos que este apartado no es lo más importante del título pero de todas maneras es una suerte de demostración de que el juego está hecho a la rápida y sin cariño.
4. Controles incómodos
Si bien este punto no es plenamente culpa del juego, porque se trata del diseño de la Switch como tal, los controles de la consola no ayudan a disfrutar de las peleas. La peor forma de jugar Ultra Street Fighter II es de dos jugadores, porque los controles de forma horizontal son realmente incómodos y a veces interfieren en la forma de hacer los combos. Con los controles acoplados a la consola y jugando individualmente la experiencia mejora y ya con los controles unidos al soporte (formando un mando tradicional) es aún mejor. Eso sí, el pad direccional es un problemas porque los botones están separados y ya no es la cruceta a la que acostumbrados desde siempre. En resumen, la Nintendo Switch no es la mejor plataforma para jugar un título como Street Fighter y si quieren jugar de forma incómoda, mejor descargarlo para el emulador del celular.
5. Un precio por las nubes
Ya hemos mencionado en los puntos anteriores las particularidades del juego, por ende, ¿cuánto debería costar? Bien, Ultra Street Fighter II tiene un precio también Ultra… costoso: USD $40. Tal vez si su precio fuese la mitad (o menos) no habría reparos en esta versión recalentada y bastante floja del título que sentó las bases de un género. Pero en la suma y resta, es difícil justificar su compra por tratarse de un refrito recalentado y bien flojo de un juego histórico.
Ultra Street Fighter II no es vida.
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