Cuando Nokia presentó los equipos encargados de marcar la vuelta de la compañía a las pistas, el Nokia 3 se vio eclipsado entre el interés que generaba el Nokia 6, un gama media de mucho éxito en China, así como el revival del Nokia 3310. Este “patito feo” tenía uno que otro truco bajo la manga.
Perteneciendo orgullosamente a la gama “baja” o de entrada, el Nokia 3 llena suficientes casillas para que en su relación precio/calidad — si el marketing y el boca a boca funcionan — se convierta en la llama inicial de una revolución parecida a la que generó el Moto G y Moto E el 2013.
Antes de ampliar, vamos con las tripas del equipo:
Especificaciones Nokia 3
- Pantalla de 5 pulgadas con resolución 720p
- Procesador Mediatek MT6737
- 2 GB de RAM
- 16 GB de almacenamiento interno ampliable vía microSD hasta 256 GB
- Android Nougat
- Cámara trasera y frontal de 8 megapixeles con apertura f/2.0
- Batería de 2650 mAh
Sin riesgos y sin muchas fallas
De entrada nos encontramos con un equipo que nos recuerda a dos series muy queridas: los omnibalance de Sony y los antiguos Lumia. Hay algo en la sensación en la mano que lo hace sentir muy bien construido. Su peso es uniforme y bien distribuido, mientras que el frío de la capa de aluminio trasera y el metal lateral te hacen sentir frente a un mini tanque.
Siempre con los Lumia tuve la sensación de que entre el vidrio y la pantalla había un espacio mayúsculo y aquí no es la excepción. Cuando estaba bloqueado tenía la sensación de que al despertarlo me iba a encontrar con un Windows Phone. Aunque la cuota de mercado es horrorosamente pequeña, no son pocos los entusiastas de esa época y que cuando pongan sus manos en este equipo sabrán perfectamente de lo que estoy hablando.
La cámara trasera no genera casi ninguna protuberancia y eso siempre se agradece. Los botones de navegación en el frontal inferior son muy brillantes pero no retroiluminados. Esto último me hubiera encantado, pero de verdad hace otras cosas tan bien que estoy buscando errores donde puede no haber ningún problema real en el día a día.
Nokia no toma ningún riesgo y esa es una movida inteligente. En la compañía saben que ya tienen algo bueno y que los entusiastas de la marca y los nostálgicos van a confiar al verlos así. Los cambios vendrán más adelante. Este diseño es más utilitario que atrevido.
Solo un punto bajo
El rendimiento del Nokia 3 es maravilloso, llega a ser Android tan puro y sin trucos que hace sentir a los Motorola como un Samsung. OK, no es para tanto, pero sorprende que un actor “nuevo” apueste por la que es lejos la mejor opción: Android sin maquillaje, actualizaciones de software y seguridad rápidos.
Como es con los procesadores MediaTek a la fecha, siempre habrá algún tipo de tirón al realizar tareas más intensas, pero en lo que respecta a lo básico el equipo anda muy bien y el único cuelgue que sufrí fue al forzar el equipo a cambiar constantemente entre 5 aplicaciones pesadas gracias al mensaje de “X aplicación se detuvo”.
Aún así el único “punto fatal” que le encontré es que tiene muy poca batería. A pesar de que la pantalla corre solo a 720p y es de 5 pulgadas, parece que 2650mAh no son suficientes para mi uso al menos, con cerca de 3 horas y cuarto de pantalla encendida antes de pedir a gritos un enchufe.
Por cierto, usa cargador microUSB 2.0. Me hubiera encantado USB-C pero qué le vamos a hacer, por el precio lo puedo perdonar (ya vamos a eso más adelante).
Para los entusiastas de Pokémon Go (como yo), les cuento que el equipo tiene giroscopio, acelerómetro y todas las locuras para que el juego corra sin problemas.
Y porque sabemos que a muchos les interesa saber este detalle, sí, el equipo tiene puerto de audífonos y radio FM. Respiren tranquilos.
Cámara esperable dentro de su gama
Lo único que sobresale de su cámara es la simetría entre la posterior y la frontal, que son las mismas. Algo agradable, por cierto, pero lamentablemente las cámaras no son muy buenas.
En situaciones de buena iluminación funciona bien, pero el procesado posterior ablanda mucho los detalles, dejando un efecto medio acuarela que al menos a mí no me termina de agradar.
Lo mismo pasa con los retratos: la gente se ve un poco plástica, como si fueran maniquíes, y es por ese procesamiento que suaviza de sobremanera los defectos de pixelaje.
La cámara en general no revienta mucho los colores y se ven bastante reales, aunque en áreas muy iluminadas tienden a “reventarse”, sobretodo en los blancos.
En escenarios de poca luz el tema se vuelve más complejo: simplemente cumple con tener un testimonio de lo que ocurre, pero requiere de manos más expertas para tener resultados mejores.
Sobre la captura de video, creo que Nokia tenía dos opciones: corregir por software y distorsionar los bordes o simplemente dejarlo tal como está. Supongo que se decantaron por la segunda opción. Simplemente cumple y puede que alguien hábil logre algo mejor.
Me vuelvo profeta de la marca
Declárenme fanático de lo que está haciendo Nokia. El Nokia 3 es un teléfono extremadamente capaz con Android puro y que al menos durará un año y medio sin degradarse a un precio sugerido de CLP $99.990 (en México MXN $3400 y en Colombia COP $500.000 aproximadamente). Honestamente, a ese precio es un regalo dada la experiencia de uso.
De todas maneras es el teléfono a recomendar entre los que buscan solo lo más básico de un smartphone. Sí, podría tener mejor cámara pero de verdad exigirle eso a un terminal de su precio no parece lo más adecuado.
Como anécdota, el equipo cayó accidentalmente de una altura de aproximadamente 40 centímetros a un piso de baldosas y no terminó con ningún tipo de rasguño. Me fijé más en si le había hecho daño a la baldosa.
Lo bueno
- Calidad de construcción
- Android puro
- Precio ridículo
- Diseño algo anticuado pero encantador
Lo malo
- Ambas cámaras podrían ser mejores
- La batería dura bastante poco bajo uso intenso