Durante las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, el panorama político estuvo bastante agitado gracias a la proliferación de las noticias falsas en Internet, específicamente en el área de redes sociales, en donde cada cierto tiempo sabíamos de distintos escándalos que, a la postre, resultaban ser totalmente ficticios. No obstante lo anterior, en su momento Mark Zuckerberg dijo a distintos medios que el hecho de que Facebook haya servido como catalizador para todo este proceso era un idea tremendamente alocada, algo que, con el tiempo, ellos mismos tratarían de remediar por medio de distintas medidas que eliminan todo este material de su plataforma.
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Bajo este marco es que ayer la empresa entregó un reporte en el que admite de una vez por todas que, si bien la empresa no tuvo relación alguna de manera directa con la publicación de informaciones maliciosas, sí fue víctima de una manipulación de terceros para difundir dichos datos. En buenas cuentas, Facebook admitió que esparcieron las noticias falsas de las que tanto hemos hablado durante el último tiempo, algo que si bien no es nuevo, preocupa profundamente a la hora de crear una realidad para los electores de distintas partes del mundo -Estados Unidos y Francia, principalmente- en el panorama sociopolítico que tenemos hoy en día.
En el informe, la compañía de Zuckerberg dice que terceras partes malintencionadamente publicaron material de dudosa procedencia para ser difundida por este medio, por medio de cuentas falsas y las suyas propias, las cuales dieron como resultado la difamación de los distintos candidatos a la presidencia. En la declaración, un vocero de la marca dice que “la proliferación orgánica de los mensajes y datos a través de grupos de personas auténticas y sus redes era inevitable”.
Según apunta Fortune, los departamentos de inteligencia de los Estados Unidos han unido esta actividad a distintos grupos provenientes de Rusia, los cuales habrían realizado dichos movimientos con el fin de posicionar a Donald Trump en el poder, hechos que no han sido desmentidos ni confirmados por algún ente válido relacionado a esta materia.
Si bien los esfuerzos de Facebook por mantener estas prácticas a raya han sido múltiples durante el último tiempo, aún no queda claro cómo es que la empresa se las arreglará para eliminar de raíz dichas acciones de entes políticos, ya que si bien sus intenciones son claramente proselitistas, es virtualmente imposible -o más bien poco ético- denegar que sus usuarios se expresen libremente en este lugar. Por obvios motivos se han cerrado perfiles falsos y eliminado material que llama a la desinformación, no obstante el límite entre estos hechos y la libertad de expresión es tremendamente delgado.