Esta estructura con forma de caracol se ubica en el oído interno y exige una precisión milimétrica para cualquier intervención quirúrgica. Por fortuna el robot experimental del Inselspital logró realizar su primera cirugía asistida con éxito, según afirma la universidad.
Insertar un dispositivo de implante coclear electrónico en un paciente sordo para que recupere el sentido del oído es una labor complicada de realizar manualmente, ya que el espacio de maniobra es reducido y la posibilidad de dañar otras partes internas es muy elevada.
Sin embargo, los investigadores a cargo de este proyecto lograron desarrollar una nueva metodología apoyada en el uso de un robot lleno de sensores y un software especial de gestión, donde el autómata perfora un orificio de 2,5 mm en la parte posterior de la oreja para hacer la cirugía y colocar el implante.
Los sensores integrados al taladro permiten que el robot “sienta” la consistencia del hueso conforme avanza y de igual forma evita que haga un procedimiento invasivo al colocar el electrodo del implante que regresa la capacidad de escucha a los pacientes.
Una década de desarrollo por fin ha dado sus primeros frutos.
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