No poca admiración causó anoche el espectáculo de drones en el show de Lady Gaga en el Super Bowl LI. Fueron en total 300 aparatos de Intel que se movieron coordinadamente para formar la figura de la bandera estadounidense y los logos de Pepsi/Intel en el cielo, una tarea para nada sencilla y cuyos preparativos comenzaron en diciembre del año pasado.
Eso sí -y para matar ligeramente la magia-, el espectáculo con drones no fue en vivo sino que grabado hace unos días atrás. Por ende, solo la gente que vio el Super Bowl desde sus casas pudo deleitarse con el baile de los drones, ya que en el estadio solo se apreció a Lady Gaga caer desde lo alto.
¿Por qué no en vivo? Principalmente, a causa de las regulaciones en Estados Unidos que ponen límites bien estrictos en la operación de los objetos voladores. Para este caso, el sistema de Intel -llamado Shooting Star- fue desplegado luego de conseguir un permiso especial de las autoridades, algo que según Wired “fue muy complicado dado el hecho de que el estadio se encuentra en medio del espacio aéreo de Houston”.
Pero más allá de lo anterior, el show de drones fue un ejemplo perfecto de la sofisticación que se puede lograr con el sistema de Intel y no extrañaría que de aquí en adelante, espectáculos como este empiecen a verse más seguido. ¿En vivo? Eso parece un poco más complejo.