Escribo este análisis desde la tristeza. Realmente quería amar al Xperia XZ, el equipo anunciado en septiembre de 2016 que prometía volver a poner a Sony en las grandes ligas de los gama alta, mezclando lo mejor de la serie Z y la serie X. Lamentablemente, y a pesar de que muchas cosas las hace bien, hay otras que simplemente me decepcionaron.
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De todas formas, y antes de ir con el análisis, aquí las tripas del XZ:
Especificaciones
- Pantalla de 5.2 a 1080p
- Procesador Qualcomm Snapdragon 820
- 3 GB de RAM
- 32 GB de almacenamiento ampliable vía microSD
- Android Nougat 7.0 con parches de seguridad a la fecha
- Cámara de 23 megapixeles f/2.0
- Cámara frontal de 13 megapixeles
- Batería de 2900 mAh
- Cargador USB-C con carga rápida
El problema de Omnibalance
No les miento, desde el primer Xperia Z que siento atracción por el diseño Omnibalance, lo encuentro congruente y sofisticado. Lamentablemente nada es para siempre, y desde ese equipo que se lanzó en 2013, aburre ver lo mismo una y otra vez.
A pesar de que en esta versión se refinaron y limaron los costados, en eso mismo se fue perdiendo parte de la agresividad de la línea de diseño. Por otro lado su calidad de construcción es sobresaliente, algo que echaba de menos en versiones recientes, y a pesar de que dejaron ir el vidrio por aluminio en el posterior, se siente premium. Tiene certificación IP68 contra el agua y el polvo, algo que se había ido también en iteraciones de los últimos años y vaya que da paz mental saber que no voy a arruinar mi teléfono por alguna estupidez involuntaria que tenga que ver con agua.
Algo que me molesta desde hace tiempo es la disposición de los botones laterales. El de encendido, donde además está el sensor de huellas hace mucho sentido y es cómodo y confiable, pero tener un botón dedicado para la cámara en la actualidad no hace demasiado sentido, pero es cosa de gustos. Por otro lado los botones de volumen siguen la línea de emular una cámara de bolsillo, puestos al lado del de disparo para hacerlas de zoom adentro y afuera. Lamentablemente esto conlleva a que se tengan que hacer malabares con el pulgar para manipularlos, y olvídate de llevarlo en un atril para el auto donde el terminal se sostenga por los costados, siempre se dispara o desaparece el volumen, un desagrado.
Ver el frontal del equipo es agradable, este color, que es una suerte de azul petróleo es muy bonito en mi apreciación personal. Fuera de todo lo anterior está bastante bien logrado, aunque se podría hacer algo por disminuir el mentón y la frente del equipo. Se sienten muy largos
La pantalla a pesar de ser “solo” 1080p, gracias a las ecualizaciones de color de Sony, se ve muy bien. Nada está reventado pero tampoco cae en la opacidad. Es equilibrado a más no poder. Sus 5.2 pulgadas lo hacen un equipo fácil de manipular con una sola mano.
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Rendimiento decente
El Snapdragon 820 es un buen procesador. Quizás no sea lo último de lo último pero hace que las cosas anden bien, en general. A pesar de lo anterior el equipo sufre de algo muy extraño: algunas aplicaciones básicas como Telegram, WhatsApp, Facebook y Twitter se pegan algunos tirones de vez en cuando, pero al momento de correr cosas un poco más exigentes como Hearthstone, Flip Diving y otros juegos, se desempeñan de forma excepcional. Traté de ver si era ocasionado por alguna configuración de la batería y no, es simplemente algo errático.
La capa de personalización de Sony es muy pesada, pero corre bien y con el tiempo han ido botando mucho de lo innecesario y se han quedado con lo útil, como Google Now al desliz de la pantalla de inicio y un centro de notificaciones y control multitasking más cercano al de Android puro. Se acabaron las aplicaciones flotantes y esas tonteras que solo confundían. El teléfono tiene bloatware, sí, pero se siente ignorable, menos mal.
Un punto que no puedo dejar pasar es que en muchas ocasiones, haciendo tareas bastante simple el terminal se calentaba mucho. No al punto de no poder sostenerlo, pero sí se volvía desagradable. Esto lo podría dejar pasar si me dejara continuar con mis labores, pero miren el pantallazo que les dejo: me está limitando en funciones. No me importaría si fuera ocasional o hubiera pasado una vez. Sucedió al menos una vez por día en el transcurso de una semana. Espero que se trate de mi unidad y no de todos los equipos.
La batería me duraba justo para el día, con cerca de 4 horas con 50 minutos de pantalla encendida, bastante bien. La carga rápida es tal y con 15 minutos en la pared te da para varias horas más. Un punto muy positivo con una batería tan pequeña. Está bien optimizado el uso de la energía y en caso de emergencias los ya clásicos modos Stamina de Xperia harán que el equipo jamás te deje abandonado.
Cada día más fanático de la estabilización eléctrica de imagen
Xperia XZ
La cámara se comporta de muy buena manera y es una bestia al momento de enfocar rápido. Su comportamiento en escenarios de poca luz es excepcional. Extrañamente le cuesta mucho enfocar en macro, puede que el foco por láser esté dando algún problema, pero con un poco de paciencia se pueden obtener tomas muy buenas.
La interfaz de la cámara es muy buena, todo se maneja de forma simple e intuitiva a sabiendas de que puedes profundizar su uso con los controles manuales a un tap de distancia. El hecho de que tenga foco manual debuta en la serie y simplemente me encanta.
Si hay algo que le puedo reprochar es que, por ejemplo, para grabar en 4K no basta con subir la resolución y ya. Debo entrar a una aplicación dentro de la aplicación, en la cual pierdo mucho de los controles que tenía antes. No me hace sentido, pero tampoco me quita el sueño.
En lo que respecta a la cámara frontal, siempre se agradece un gran angular y el galardonado reconocimiento facial de Sony. Salen increíbles. El único problema que encontré es que en situaciones de poca luz tiende a demorarse para compensar la falta lumínica y en ese intervalo, el más mínimo movimiento causa que “pintes con luz” de forma no intencional.
En el apartado de video la estabilización eléctrica de imagen y su tecnología de giroscopios logran muy buenos resultados en el departamento del shaking. Por otro lado, siento que los colores claros tienden a reventarse, a pesar de que en video sigue enfocando muy rápido.
Siempre pasa algo
Siempre quise amar este teléfono, y es que no hace nada particularmente mal, pero cuando te encuentras constantemente con pequeños tropiezos que interrumpen las tareas cotidianas, más uno que otro sin sentido por culpa de la capa de personalización sobre Android, se hace complejo quererlo si eres muy fijado al momento de usar un celular, como es mi caso.
Guardo cariño por lo que alguna vez fue la serie Xperia, pero el presente parece estar muy estancado en algunas cosas del pasado, lo que no me importaría si el rendimiento fuera más que bueno, pero no está dentro de lo esperable para un equipo que cuesta CLP $649.990 en prepago. Aunque siendo un exclusivo de Claro en Chile, si eres cliente, llevártelo junto a algún plan aminora bastante el precio y en ese caso, o si eres fanático de Sony, el equipo probablemente te guste.
En México lo podemos encontrar a MXN $14999 en Telcel, siendo también más conveniente si eres cliente de la compañía.
Lo bueno
- Porte cómodo
- Colores atractivos (negro, azul y plata)
- Duración de la batería
- Rendimiento de aplicaciones exigentes
- Estabilización de la cámara y rendimiento en poca luz
Lo malo
- Sobrecalentamientos
- Diseño que se siente antiguo
- Bloatware. Menos que antes pero aún mucho
- Cuelgues y tirones en aplicaciones de uso común
- Precio algo elevado para lo que es