La verdad es que, siendo una persona que suele utilizar y sobreexigir al máximo el navegador de mi laptop, nunca hubiera imaginado que existiera gente que necesitase efectivamente una segunda pantalla para trabajar, o realizar cualquier acción a modo de complemento del equipo principal. Eso pensé hasta que Lenovo nos prestó su nueva Yoga Book de 10 pulgadas, una tablet 2-en-1 que sirve como un compañero perfecto para lo que sea que necesitemos hacer.
PUBLICIDAD
Debo confesar que todos quedamos medianamente dubitativos cuando notamos que el equipo traía instalado Android 6.0 como sistema operativo, sin embargo a medida que transcurría el tiempo, todas nuestras dudas se disiparon. Quizá estoy contando demasiado antes de tiempo, porque ya vamos a hablar de eso. Primero lo primero.
Especificaciones
- Procesador Intel® Atom x 5-Z8550 Quad Core a 2.4 GHz
- Sistema operativo Android 6.0 personalizado
- Pantalla táctil de 10″ IPS Full HD
- Teclado táctil tipo holográfico
- Memoria RAM de 4GB LPDDR3
- Disco duro de 64GB expandible a 192 vía microSD
- Batería de 8.500 mAh
- Peso: 690 gramos
- Cámara trasera de 8 megapixeles y frontal de 2 megapixeles
Lo primero que notamos al abrir la caja fue el hermoso diseño que tiene esta tablet (nos referiremos al dispositivo de distintas maneras a lo largo de este review, sepan ustedes entender que es muchas cosas al mismo tiempo), dado que es muy bonito a simple vista así como también tremendamente liviano, características que suman de inmediato al momento de transportarlo de un lugar hacia otro. Además de esto, podemos girar la pantalla en 360° gracias a un sistema de bisagras triple, de tal manera que lo podamos usar simplemente como tableta, o bien con su respectivo teclado.
Una vez que lo encendimos, notamos que su sistema operativo era Android 6.0, no obstante se trata de una versión modificada de la misma, la cual está perfectamente personalizada y adecuada para este equipo, además de ser muy intuitivo y fácil de usar. Debo hacer notar, respecto a este punto en particular, que diariamente ocupo iOS y macOS, sin embargo la transición entre una plataforma y otra se me hizo realmente muy cómoda.
Otro punto a favor fue la duración de la batería, la que en el papel dura cerca de 13 horas, pero en la práctica, me atrevería a decir que duró un poco más que eso a lo largo de dos días seguidos de uso. Cuando llegó lo prendí y no lo apagué hasta que se descargó la batería al día siguiente, estando obviamente entre medio en estado de reposo, pero habiendo soportado el haber visto varios videos en YouTube (sé que dije “productividad” más arriba, pero bueno…) y experimentando también varias cosas con el teclado táctil del 2-en-1.
PUBLICIDAD
Hablando de esto, es quizá lo más interesante que tiene, ya que el teclado tipo holográfico es una superficie completamente lisa con ciertos espacios dedicados a funcionar como un teclado común y corriente. Con la inclusión de un lápiz (llamado Real Pen), nos permite dibujar en la tableta tal como si fuera un dispositivo Wacom, e incluso escribir en papel con nuestra letra y digitalizar la misma de manera instantánea, lo que es sumamente útil para, por ejemplo, firmas electrónicas.
La caja incluye varios accesorios además del cargador y cable USB, tales como el papel digital del que hablamos recién, puntas de tinta real para el lápiz -transformándolo en un lápiz real-, entre otras cosas. Todo esto nos da una experiencia completa del aparato, la que se torna sorprendentemente muy placentera.
Rendimiento
Este era mi mayor temor, ya que es sabido que Android no tiene el mejor rendimiento del mundo para este tipo de unidades, sin embargo, tras ocuparlo durante una semana de corrido, no experimenté mayores problemas de fluidez en la interfaz de usuario.
Los problemas podrían presentarse a la hora de pensar que es una laptop y realizar todo como si se tratase de una. Por ejemplo, al momento de correr Facebook y Twitter en el navegador Chrome preinstalado, el equipo colapsa. Sin embargo, al hacerlo mediante sus respectivas apps de manera simultánea, todo funciona sorprendentemente bien.
Esto nos hace pensar que, contrario a lo que podríamos pensar sobre las tablets en general, el dispositivo no está diseñado para reemplazar a nuestros computadores sea cual fuere su tipo, sino más bien para ser un complemento del mismo. A modo de ejemplo, en la oficina ocupamos una aplicación para comunicarnos de manera interna con nuestros pares mexicanos, por lo que haberla instalado en el Yoga Book mientras escribía en el PC principal, hacía que todo fuese mucho más dinámico (no me gusta trabajar “a dos pantallas”, sin embargo acá pude soportarlo bien).
Es importante hacer notar también que, a pesar de haber experimentado una ola de calor en Santiago, no noté problemas de sobrecalentamiento con el dispositivo, algo que también fue tremendamente positivo.
Puntos débiles
Como todo en la vida, siempre existen flancos débiles que no podemos dejar pasar. Lo primero es que es tremendamente fácil que el equipo se ensucie por la grasa natural de nuestros dedos. Si bien el diseño es hermoso (y vaya que lo es, si incluso se ha ganado un par de reconocimientos por eso), ese pequeño factor -literalmente- afecta la percepción estética de nuestro aparato en el mediano plazo.
Un segundo punto es algo que ya mencioné, y es que, si bien se nos vende como una tableta de productividad, en realidad no es más que un complemento para nuestros computadores principales, y está bastante lejos de llegar a ser un reemplazo del mismo, sobre todo al tener en cuenta que su sistema operativo es Android (existen versiones con Windows que quizá puedan rebatir este punto, pero por lo menos este modelo no lo es).
El tercer punto es lo ambivalente que es su diseño, ya que si bien es muy lindo en términos estéticos, es inaceptable que sea tan difícil de abrir. Todos sus bordes son completamente lisos, por lo que hay que poner al Yoga Book en una posición especial para poder abrirlo sin que se nos caiga de las manos.
Quizá dentro de este punto podríamos poner también que su memoria (64GB de disco duro) es algo pequeña para un equipo de estas características. Personalmente no experimenté mayores problemas con esto, no obstante sé que habrá alguna persona que encuentre muy poco tal cantidad de almacenamiento, aunque es ampliable a 192GB por medio de una tarjeta microSD, pero claramente no es lo mismo.
Conclusión
El Yoga Book de Lenovo es un equipo tremendamente útil para trabajar, siendo un complemento excelente para nuestros PC de escritorio y laptops. En ningún caso podrá ser un reemplazo del mismo, pero ocuparlo en un entorno de trabajo es ciertamente bastante cómodo.
El equipo en Chile se vende por CLP $400.000, en México tiene un valor de MXN $10.099, mientras que en España alcanza un precio de EUR €599.
Lo mejor
- Su diseño
- La versión de Android personalizada resultó ser tremendamente cómoda, incluso para nuestro AppleWayerismo
Lo peor
- Cuesta (un poco) abrir el equipo
- Se ensucia increíblemente rápido