Hay gente corre peligro inminente de sufrir un accidente porque creen que tienen un objeto de colección. Nadie que haya adquirido un Galaxy Note 7 no sabe sobre los problemas graves que sufre el equipo, y a sabiendas de lo que conlleva tener ese aparato cerca tuyo se niegan a devolverlo e incluso lo usan.
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La última iniciativa de Samsung es dejarlos como ladrillo, que simplemente no se puedan cargar. Esto comenzó en Nueva Zelanda y ayer informábamos que Canada también lo iba a hacer. Hoy es Estados Unidos quien se une a la causa.
Uno de estos brillantes genios poseedores de este terminal recibió un mensaje que decía lo siguiente: “El 15 de diciembre Samsung modificará el software para prevenir que el Galaxy Note 7 se cargue. El teléfono dejará de funcionar”. Así de simple, así de bonito. Si siguen el ejemplo de lo que hará Canada, el teléfono será una roca. No es opcional, se deshabilitará Bluetooth, WiFi, conexión celular de cualquier tipo y la inhabilitación de cargarlo.
Samsung no se ha referido a este mensaje en particular, pero sí han reconocido que han puesto mensajes de urgencia cada vez que desbloqueas el equipo, llamándote a devolverlo.
Cerca del 85% de los Note 7 vendidos en Estados Unidos ya fueron devueltos, lo que significa que aún hay aproximadamente 285.000 potenciales bombas molotov con S-Pen dando vueltas.