La marca de relojes inteligentes Pebble anunció que cerraba sus operaciones y producción, Fitbit compró la compañía y no piensan mantenerlos vivos.
PUBLICIDAD
En un mail enviado a sus usuarios se informaba que dejarán de operar como entidad independiente, que no fabricarán promocionarán o venderán ningún producto. A la vez que los Pebble activos seguirán funcionando pero que su calidad de servicio se verá reducida con el paso del tiempo y que la garantía no corre más. Además de que no habrán actualizaciones de software, porque básicamente, todo será para Fitbit ahora. Compañía que contrató al 40% de los chicos de Pebble, específicamente al área de software, dejando desempleada a más de la mitad de la compañía.
Eric Migicovsky, el dueño de la start up, siempre se caracterizó por ser un factor diferenciador dentro de la industria. Uno que no daba el brazo a torcer y que en sus conceptos sobre su producto trataba lisa y llanamente a la competencia (a la cual hoy se vende, por ejemplo) como inútiles. Su concepto de reloj inteligente pasaba por uno resistente, personalizable, con días de duración de batería, sumergible y con botones físicos, por la incomodidad de las pantallas touch enanas. No fuimos pocos los que le compramos esa ideología de cómo debían ser las cosas.
Eric Migicovsky, el vendido.
Para muchos los relojes inteligentes son inútiles e innecesarios. No tengo cómo juzgarlos, solo recordarles que todo avance tecnológico ha sido criticado con el mismo argumento desde siempre. Yo sí creo en este concepto, y particularmente en el que vendía el vendido de Migicovsky.
Nunca me gustó Fitbit. Demasiado enfocada en el deporte, lo que está bien para un público objetivo, pero si se habla de relojes inteligentes como tal, su trabajo es pésimo y el de Pebble muy bueno. Ahora quedamos con la incertidumbre de si Fitbit se deshizo de la competencia, si quiere mejorar y hacer experiencias más completas no solo enfocadas al fitness o si es un manotazo de ahogado en un mercado que no parece ir demasiado bien.
Quizás la situación de la empresa Pebble era mala, quizás las ventas a través de Kickstarter del Pebble Time 2 no fueron lo suficientemente buenas, quizás ya no tienen el “factor ¡wow!” de antes, pero eso no significa que debas renunciar a como crees que deben ser las cosas por dinero, o quizás estoy siendo muy ingenuo y efectivamente todo es dinero en Silicon Valley.
PUBLICIDAD
Me da rabia que se diga algo con tanto convencimiento y al día siguiente todo cambie porque ponen billetes encima de la mesa. No soy quién para juzgarlo, porque nunca he estado en una situación así, pero desde el punto de vista ético y moral, la movida de Migicovsky es mala, muy mala. Por otro lado, la compañía estaba sufriendo problemas económicos y se estima que el valor de la venta fue de entre USD $34 y USD $40 millones, lo cual, si fuera cierto, apenas alcanzaría para pagar sus deudas con los proveedores, no es particularmente un buen momento para hacer un reloj inteligente, las ventas han sido bajas este año. Aún así cuando uno tiene una visión y producto estelar, puedes tratar de encontrar un comprador que no fagocite tus ideales.
Introduciste un concepto, lo llevaste a cabo, inventaste características que marcaron la ruta a lo que debían hacer los grandes. Solo movidas de genio. Migicovsky podría haber pasado a la historia como un inventor revolucionario. Ahora quedará en nuestros recuerdos como un vendido, un maleable. En fin, si le duelen las críticas se puede limpiar las mejillas con su enorme cantidad de billetes, forjados por quienes creímos en él.