Otro caso llega a la larga lista de filtraciones de datos privados gracias a la Internet de las cosas. Esta vez se trata de los juguetes My Friend Cayla y i-Que Intelligent Robot, ambos del fabricante Genesis Toys, quienes fueron acusados de grabar conversaciones con menores sin el consentimiento de sus padres.
Según apunta hoy Cnet, estos datos eran registrados por los muñecos y enviados inmediatamente a los servidores de la empresa Nuance, lo cual es ilegal ya que expone la privacidad de su público objetivo, en este caso niños, haciendo que el caso sea aún más complejo.
Katie McInnis, consejera de políticas tecnológicas de la Consumers Union, publicó una declaración en donde indica que “cuando un juguete recolecta información personal de los niños, las familias tienen derecho a saberlo y necesitan realizar decisiones significativas para saber cómo se almacenan estos datos”.
Es sabido por todos que la Internet de las cosas tiene severas falencias de seguridad aún, sin embargo cuando hay chicos involucrados, siempre todo se pone más peliagudo.
No olviden seguirnos y comentar en Facebook.