El Galaxy Note 7 es un terminal bastante particular. Como ya la mayoría sabe, sufre de un defecto en la batería que hace que el equipo se prenda fuego de forma espontánea. Tan grave es el caso, que Samsung ordenó retirar todas las unidades vendidas del mercado. Se te pagaba más de lo que te costó el equipo, se te ofrecía cambiarlo por otro, una infinidad de facilidades. De hecho es un crimen federal llevar uno en un avión en Estados Unidos.
A pesar de todo lo anterior, los “entusiastas” de la bomba molotov con antenas no son pocos. A pesar de que la empresa les ha puesto trabas tan severas como dejar inutilizable el equipo, los usuarios han encontrado forma de eludir a Samsung y seguir jugando con su terminal.
Este año, empresas de la competencia han lanzado equipos bastante convincentes, cada uno con la intención de dominar la cuota de mercado supuestamente abandona por el Note 7. LG sacó su segunda iterancia de la serie V, el V20. OnePlus mejoró su galardonado modelo 3 y HTC lanzó un terminal que llamó la atención de varios. Aún así, el uso conjunto en total de estos terminales en las calles no supera a la cantidad de incendiarios phablets de Samsung.
De acuerdo al estudio publicado por Apteligent (vía Android Police), “2016 Mobile Year in Review” hay gente que no piensa devolver su Note 7. Les gusta el equipo y están dispuestos a utilizarlo sin importarles las trabas que le ponga la compañía.
¿Estarán apuntando a que será un objeto de colección o simplemente no se han enterado de la noticia?
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