La saga de Dragon Ball en los videojuegos ha lidiado con una suerte diversa, en la que los fans o bien han amado el título, como ocurrió en su momento con la franquicia de los Budokai Tenkaichi, o bien fueron rechazados de manera mayoritaria, como pasó con las producciones de la generación pasada como Burst Limit. Entre ese contexto de desazón, incertidumbre en torno a qué camino continuará la serie, Bandai Namco apostó por un RPG con tintes de MOBA que a pesar de alejarse de los mejores años de Goku y compañía en consolas, sí se trataba de algo nuevo: Xenoverse.
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Aquel trabajo, que otorgaba incontables horas para ser probado y mantener pegado a los usuarios, contaba con varios problemas que dejaban una sensación más bien de “incompleto” y de falta de pulimento. Así, llegó una segunda parte que a simple vista resulta “más de lo mismo”, pero en el fondo y con paciencia a la hora de conocer la profundidad con la que cuenta, nos encontramos con un paso adelante en toda regla y que deja a los seguidores con un producto que satisface gran parte de lo que extrañaron en el debut.
Un universo grande y conocido con una nueva historia
Tal como ocurrió con el primer juego, en XV seremos parte de una patrulla en el tiempo, que deberá ir corrigiendo distintos episodios de la larga historia de Dragon Ball (principalmente de la Z, aunque podremos disponer de elementos de las otras sagas). Los desórdenes han sido provocados por Towa y Miira, quienes contarán con aliados poderosos que van desde Turtles hasta el mismísimo Broly. Para hacer frente a ellos, contaremos con la ayuda de Trunks, al igual que de otros miembros de la historia creada por Akira Toriyama.
A priori, la historia puede ser decepcionante para algunos que buscan poder interpretar los combates de Goku en su piel, pero también hay que decir al respecto que sobre aquello hay un centenar de títulos prácticamente. Es valioso que Bandai Namco apueste por contenido original, el que además va acompañado de cinemáticas animadas y del humor característico del Manga/Anime.
Además, el argumento de por sí es larguísimo y permite una serie de bifurcaciones que le dan mayor rejugabilidad, puesto que podemos ir mejorando los resultados que logremos en cada misión, al igual que con ellas podemos ir subiendo de nivel y ganar dinero (llamado Zen en este universo).
Mejora en el sistema de combate y contenido extenso
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Otro aspecto que caracteriza a Xenoverse 2 es su extensión y contenido de sobra: Es enorme, quizás hasta un poco abrumador en cuanto a la cantidad de objetos con los que podremos ir mejorando las habilidades de nuestro peleador, ya que desde los atuendos, pasando por los accesorios, estallidos QQ y las Súper Almas van a influir a la hora de qué tan fuerte somos. A ello, se suma el extenso modo historia y las 100 misiones secundarias con las que contaremos, además de las grietas del tiempo, las actividades en experto, los maestros que iremos hallando en Conton City, los objetos que nos darán los NPC, el enorme set de personajes que podemos ir desbloqueando conforme avanzamos (algunas ausencias importantes, vale decir, mientras que otros están de más)…Es decir, hay para regodearse.
No obstante, un juego de peleas, que es básicamente esta entrega de Dragon Ball, puede ufanarse de lo anterior, pero de nada le sirve si no cuenta con un sistema de combate balanceado o que a lo menos haga esta extensa aventura a lo menos llevadera, y en ese sentido el trabajo de Bandai Namco lo hace de sobra.
Mucho se ha hablado de que la profundidad en los últimos juegos de DB no se comparan a los vistos en generaciones pasadas como con los Budokai o Budokai Tenkaichi, pero hay que sacar al limpio varias cosas. Si recordamos, aquellos títulos con el correr del tiempo se podían volver monótonos, puesto que la forma de hilar combos y combinaciones con el KI no era tan complejo. Pues bien, en XV pasa exactamente lo mismo. Tenemos dos botones de golpes, uno para las energías, el clásico destinado para cubrirse y los gatillos que nos ayudarán tanto a la hora de realizar los poderes especiales como para poder concretar alguna combinación.
Con respecto a las peleas en sí, podemos fácilmente caer en una batalla simple, en la que solo apelemos a la estrategia de machacar botones para vencer al rival, como también idear alguna estrategia en cuanto a en qué momento lanzar nuestro rival o bien utilizar dos aspectos que son claves en las trifulcas: El KI y la resistencia (además de salud). El primero es esencial si queremos lanzar algún movimiento personal de nuestro personaje o bien para poder escapar del ataque de un contrincante. Hacer uso de ambos no reviste ningún esfuerzo ni complicación y se enmarcan dentro del espíritu del juego: Simplicidad.
Sí, pueda ser este el principal pero para los más fans o amantes de los juegos de peleas, pues la curva de aprendizaje y el sistema mismo es bastante simple. Se pueden hilar con solo un botón una combinación de 20 golpes de manera contundente, como también ingeniárselas para efectuar un movimiento letal de más de 60 impactos que quite prácticamente toda la barra de energía. Puede ser visto de manera negativa, pero si Bandai Namco apunta a que todos seamos capaces de poder disfrutar de una pelea, da en el clavo.
No hay evolución en lo técnico
No obstante, no todo está bien en cuanto a lo básico a lo que apuesto la compañía con Xenoverse, porque quizás un elemento que pudo tener un salto o profundidad mayor con respecto a la primera parte es el gráfico y el motor mismo. No nos confundamos, no hay ningún retroceso en ese sentido y resulta agradable de manera visual cuando vemos el dibujado de los personajes y cómo están desarrollados los ambientes. Prueba de ello es ver la representación maravillosa de la nave de Freezer o las escenas en el espacio, pero siendo honestos, ¿lo visto no se puede llevar en una PS3 o Xbox 360? No hay una distancia en cuanto a lo que se vio en la entrega pasada y quizás se pudo jugar un poco como con la destrucción de los ambientes o hacer más espectaculares las ráfagas de KI o los impactos de los poderes especiales sobre el terreno. Para qué decir que queda muy pobre que con el correr del combate y mientras recibimos impacto, solo se nota un poco en nuestro cuerpo las consecuencias de los golpes. Se puede ser más atrevido en la actual generación.
Por otro lado, continúan los problemas del primer juego con respecto a la cámara y al impacto mismo de los golpes (aunque no de manera exagerada como en Battle of Z), y no serán pocas veces que quedaremos con una sensación más de desgano a la hora de estar hilando los combos. Quizás los casos más críticos ocurren justamente en la nave de Freezer, en donde la desorientación a veces nos dejará mal parados ante el rival de manera crítica.
Online caótico, como debe ser en Dragon Ball
Quizás el lugar donde más pasemos nuestro tiempo y que cuenta con una infinidad de posibilidades: El multijugador. En él, tenemos la posibilidad desde realizar las misiones secundarias hasta las del nivel experto (que vale aclarar que no se contabilizarán si se busca conseguir el trofeo platino si se hacen en este modo). Además, tendremos que estar atentos a los avisos de la ciudad Coton, ya que irán surgiendo avisos de eventos especiales en esta categoría, al igual que la participación en el Torneo de las Artes Marciales, en el que podremos alzarnos como el mejor combatiente.
También, y como es de esperar, tenemos la opción de realizar combates con otros usuarios de manera independiente, para ir poniéndonos a prueba, al igual que contamos con la posibilidad de crear grupos de patrullaje, con el que dispondremos de algunas tareas en particular.
En cuanto a las batallas en el modo online, ha funcionado como corresponde y es difícil que exista alguna caída al momento de entrar en escena o bien que los rivales tengan un comportamiento errático gracias al lag. Con el tiempo se ha ido puliendo este ítem.
Por último, vale decir que hasta 300 usuarios pueden estar integrados en una sesión, lo que habla de la extensión amplia que representa Xenoverse en el multijugador.
Conclusión
Cuando surgen críticas en torno a la espera de varios usuarios sobre “un nuevo Budokai/Tenkaichi” (de las cuales me hago partícipe), a veces se pasan por alto diversos detalles y se dejan de lado buenos trabajos como XV2. Sí, no es mentira que aún hay aspectos que deben ser corregidos, como el aspecto técnico, pero las bondades de la última obra en torno a la saga son demasiadas: Más de un centenar de contenido, un arsenal de personajes precisos, una historia divertida y original, con un online que nos mantendrá pegados para demostrar qué tan fuerte es nuestro personaje.
Xenoverse 2 es el paso correcto con respecto a Dragon Ball Z, ya que ofrece un camino nuevo en torno a la historia de Goku. Falta apostar más y jugársela en otros detalles, pero ya lo principal lo tiene asegurado el fan de la serie, como lo es un sistema de combate entretenido, simple de aprender y con el que estaremos muchas horas tratando de que nuestro héroe llegue hasta el nivel máximo.