El presidente de Samsung y magnate coreano, Lee Kun-hee, fue acusado de sobornar al gobierno de su país para conseguir acuerdos comerciales libres de impuestos, en conjunto con varias otras compañías de aquella nación.
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Dicho caso terminó el viernes con la destitución de la Presidenta de la República, Park Geun-hye, tras un proceso de seis semanas que incluyó diversas manifestaciones ciudadanas en las calles de Seúl y intenso un proceso legislativo que terminó por aprobar la expulsión del máximo cargo con 236 votos a favor, 56 en contra y 9 abstenciones.
Respecto al Kun-hee, esta no es la primera vez que enfrenta cargos por algún escándalo. En 2008 también fue apuntado como el responsable de entregar sobornos a políticos coreanos, mientras que a mediados de 2016 fue acusado de participar en actos que involucraban prostitución, en los cuales incluso quedó en entre dicho el nombre de su empresa.
Por las características de este caso, aún tenemos para bastante tiempo más con informaciones relacionadas a esta historia, sobre todo porque el futuro directivo de Samsung vuelve a ser completamente incierto.
El 2016 de Samsung claramente no ha sido el mejor de su historia.
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