En los días de gloria para el Samsung Galaxy Note 7, uno de los puntos más llamativos y destacables era su batería de 3.500 mAh. Luego se convirtió en su mayor problema, y ahora la compañía habría comenzado a implementar una medida extrema, manipulando de forma remota el tope de carga de cada dispostivo, para evitar que se incendien.
Desde hace días viene circulando el fuerte rumor de que Samsung iniciaría un programa de acción remoto, en donde, para el caso de algunos países, apagarían de manera remota los Note 7 peligrosos, para convertirlos en ladrillos, a la par que en otros casos condicionarían el tope máximo de la batería a la mitad para evitar sobrecalentarla.
Ahora, un reporte de Mobile Syrup asegura que Samsung en Canadá ha lanzado ya una actualización remota a todos los Galaxy Note 7 del territorio, en donde altera el límite de la batería para dejarlo como máximo al 60% de su capacidad.
En otras palabras, todos lo Galaxy Note 7 de Canadá se acaban de convertir en phablets con baterías de 2.100 mAh, lo que va a representar un problema serio con la duración del terminal antes de demandar una recarga.
El rumor ahora es que esta medida se implementaría igual para los Galaxy Note 7 en otros mercados como Europa y Estados Unidos.
La solución raya en lo intrusivo, pero al parecer los usuarios de Samsung seguirán fieles a la marca.
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