Resulta curioso cómo se alinean las cosas. Mientras Edward Snowden habla de la responsabilidad que deben tener las compañías para proteger la privacidad de sus usuarios, Facebook ha revelado una curiosa estrategia con la que protege a todos en su red social: comprando en el mercado negro bases de datos con cuentas hackeadas.
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Durante su intervención en la Web Summit 2016 de Lisboa, este pasado 9 de noviembre, Alex Stamos, jefe de seguridad de Facebook, habló de una práctica recurrente de su equipo dentro de la red social.
Donde compran claves supuestamente hackeadas de Facebook y las cruzan con sus propios registros, para detectar aquellos datos que coinciden, enviando a los usuarios vulnerables una notificación para que cambien su contraseña de manera urgente:
Resulta que podemos desarrollar sistemas de software perfectamente seguros y aún así la gente sale lastimada. La reutilización de passwords es la causa número uno de daño entre los usuarios de la red.
Según señala Stamos, la mala costumbre de utilizar una misma contraseña en todos los servicios y redes sociales, terminan vulnerando de manera negativa a los usuarios expuestos, ya que bastaría con el robo de los datos de una sola cuenta para dejar expuestas todas las demás a una intrusión.
El ejecutivo asegura que los nombres de usuarios y las contraseñas son elementos concebidos para los sistemas de software de la década de los 70, y que es algo que se queda desfasado con la dinámica y demanda del 2016.
Por ello la compañía trabaja en nuevos sistemas de identificación.
Por lo pronto, si reciben esa notificación de cambio de clave, es necesario seguirla.
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