En una era en donde Medal of Honor y Call of Duty (los primeros) ya son solo un recuerdo y muchos los echamos de menos por su contexto histórico, llega Battlefield 1 a patearle el trasero a todos los FPS modernos para revivir las batallas antiguas que más nos atraen. Así que por un momento, dejaremos de lado las guerras tecnológicas del futuro con pistolas láser, aliens y batallas que no han ocurrido.
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Mientras algunos disfrutan luchando contra criaturas extrañas vistiendo armaduras poderosas con tecnología de punta ultra personalizable, por alguna razón otros preferimos jugar esa parte de la historia más trágica en donde lo más tecnológico que había eran prototipos de ferrocarriles, cañones y tanques, cuya gran oportunidad para probar su eficiencia era la Primera Guerra Mundial, esto es lo que jugamos en Battlefield 1. Para todos los que se quedaron en el pasado, ha aparecido esta entrega de DICE. Lo que siempre quisieron jugar los amantes de la historia universal, pero ahora con gráficas y mecánicas de otro nivel.
Campaña intensa y variada, pero que deja gusto a poco
Todo comienza con el prólogo, que en el fondo es una especie de tutorial o una muestra de lo que se viene: un shooter en primera persona en donde se permite usar una variedad de vehículos y artillería acordes a la época -motos, caballos, aviones, tanques y hasta un ferrocarril-. Aquí controlamos a un soldado en unas trincheras que después de unos minutos muere, pero no es que perdamos de inmediato, el prólogo es así. Nos dicen que la muerte es inminente y que “nadie espera que sobrevivamos” en esta guerra. Nos hacen jugar un rato con distintos soldados en diferentes batallas para adaptarnos a las mecánicas del título.
Posteriormente pasamos a las cinco emotivas “historias de guerra” de la campaña que se pueden jugar en cualquier orden, dejando de lado el camino lineal que llevaba la franquicia. Cada una cuenta con un protagonista diferente y se sitúa en una localidad distinta del mundo, pero todas están unidas por el contexto de la Primera Guerra Mundial. Los héroes tienen objetivos variados y profundos, que no siempre son ganar una batalla, sino solo salir vivo de ella, rescatar a un ser querido o calmar su conciencia.
Tenemos a una guerrera beduina que lucha con Lawrence de Arabia contra los otomanos, un piloto americano algo díscolo que desea unirse a la fuerza aérea británica, un aterrado soldado a cargo de un tanque en Francia, un australiano que toma el rol de mensajero y a un soldado Arditi que busca a su hermano en un campo de batalla situado en los Alpes.
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Podrían haber tratado el tema de la guerra de forma más fría y enfocarse solamente en derrotar al enemigo sacando toda la artillería posible -como estamos acostumbrados- pero la verdad es que el foco acá es otro, es la parte más humana. No nos muestran a los mejores soldados ni a los líderes en bajas, sino que más bien a “personas” que debieron combatir allí para sobrevivir, llenos de nervios y aterrados por la destrucción. Eso se logra trasmitir en este juego.
Cada historia es totalmente diferente, ya sea por el contexto de cada una o por la jugabilidad. Pasamos de ejecutar soldados con metralletas en los Alpes hasta atacar zeppelins volando por los cielos en una avioneta, de lo más entretenido en el juego. Debo decir que ésta última me recordó la misión Bye Bye Blimps de Crash Bandicoot 3: Warped: derribando zeppelins en el cielo pero de una forma realista. Maravilloso.
A raíz de los diferentes contextos podemos recurrir a una inmensa variedad de armas, claramente modernas para la época. Para nosotros, ¿cómo sería manipular un cañón fijo o un tanque de esos años? Dada la tecnología limitada de esos tiempos, uno se imagina que dichos mecanismos muchas veces fallaban y que eran algo lentos y pesados. Es esa misma sensación la que nos genera manipularlas en el juego, y a pesar de que sea algo complicado manejarlos, esto le agrega mayor realismo. Las armaduras Arditi de la misión Avanti Savoia también sirven de ejemplo.
Como los terrenos son bastante amplios, nos podemos poner creativos y pensar estrategias tal cual como si estuviéramos en una guerra, buscando el mejor camino posible. Como siempre, podemos optar por lanzarnos salvajemente disparando como loco o por el sigilo. Al explorar por las zonas también se puede encontrar armas más poderosas, las que se ubican en los campamentos cercanos.
La narrativa del juego es bastante atractiva y la forma en que cuentan la historia logra enganchar, el problema es que cuando ya nos encariñamos con un personaje, la historia se acaba. Para muchos, el modo historia es lo que menos importa, pero hay que darle una oportunidad, porque de todas formas, las misiones son bastante entretenidas y como son bien diversas no se tornan aburridas.
En general las misiones no son muy exigentes porque el juego entrega herramientas para superarlas rápido, como marcar a los enemigos y lanzar objetos para distraerlos. Para remate, la inteligencia artificial de éstos es bastante deficiente en algunas misiones y no reaccionan tan rápido, por lo que derribarlos es una tarea relativamente fácil. En general, no lleva más de seis horas superar toda la campaña. Esto se debe a que, como sabrán, el fuerte de esta franquicia es el multijugador.
Novedades en el multijugador: Modos, clases y vehículos
Los modos regalones de los jugadores de Battlefield retornan en esta entrega: Conquest, Domination, Rush y Team Deathmatch, pero han sumado dos nuevos modos bien interesantes. Uno de ellos es War Pigeons, algo así como Captura la Bandera pero con palomas. Aquí la idea es encontrar a una paloma antes que el equipo contrario. Cuando esté asegurada podremos enviar un mensaje pidiendo refuerzos, lo que proporcionará un ataque brutal a los enemigos. Es un modo bastante entretenido y a veces parece menos serio que el resto. Me divertí viendo cómo todos corrían detrás de la paloma.
Por otro lado, tenemos el modo más llamativo para los amantes del online multiplayer: Operations. Este comienza con una pequeña cinemática que da un contexto histórico al enfrentamiento. No se trata de batallas cortas o en un solo lugar, sino que es más bien una verdadera campaña que lleva a los jugadores a recorrer varios sectores; están basadas en operaciones que realmente sucedieron en La Gran Guerra. Aquí, un equipo debe defender su posición mientras que el otro lucha por arrebatarlo. De esta manera se van moviendo las locaciones de las batallas, algo que hace la hazaña más dinámica. Las batallas pueden trasladarse hasta cinco áreas dentro de la misma zona.
En esta franquicia, la posibilidad de usar vehículos no es ninguna novedad, sin embargo en Battlefield 1 han introducido nuevos modelos, lo llamados Behemoth. Se trata de un zeppelin, un tren blindado y un buque acorazado dreadnought, que son realmente poderosos con la cantidad de artillería que traen. Logré manipularlos un par de veces y lo comprobé; fui invencible por un rato y ataqué como loca al equipo contrario, hasta que descubrieron quién lanzaba las bombas, ups. Estas bestias pueden ser la salvación para una partida que se creía perdida en Conquest u Operations, ya que aparecen disponibles solo para el equipo que va perdiendo. La idea de esto es que en las partidas no exista un equipo superior al otro todo el rato, sino que se desate una batalla bien peleada en la que cualquiera pueda ser el ganador. Una movida sin duda acertada ya que le agrega el factor sorpresa al juego. Creemos que tenemos el juego asegurado y de repente NOPE.
El multijugador también trae novedades en las clases de soldado. Asalto, Apoyo y Explorador se mantienen, sin embargo Ingeniero llega a su fin para dar paso a la clase Médico. Las habilidades de cada uno han sido redistribuidas, por ejemplo las tareas del Ingeniero para destruir vehículos han sido asignadas a la clase Asalto mientras que las de reparación ahora están a cargo del Médico.
En Battlefield siempre ha sido importante el trabajo en equipo, y aquí no es diferente, es por esto que cada miembro es relevante para el escuadrón de alguna forma. Los jugadores que no son muy buenos en el multijugador, no deben preocuparse. Si alguien sufre muchas bajas en el juego o si no lo logra eliminar a tantos enemigos, puede ayudar al equipo haciendo otras tareas porque TODO influye al momento de reunir puntos para la victoria: capturar zonas, sanar a los compañeros, etc.
Cada mapa, de los nueve que ofrecen, es diferente y requieren estrategias distintas, algunos son ideales para los campers snipers -con muchos edificios- y otros son terrenos más abiertos para los que gustan por las batallas más cercanas. Dentro de las partidas podemos optar por aparecer en cualquier punto, cerca de un compañero o dentro de algún vehículo de combate, como un tanque o una avioneta. También podemos usar otros medios de transporte: es bastante divertido andar en moto o en caballo por el campo de batalla, claro que si no nos fijamos bien en los alrededores nos llevaremos un lindo headshot al estar tan descubierto. Estos detalles le agregan más diversidad al combate y no se hace rutinario, no todo es metralleta o rifle en esta vida, ¿cierto?
Un punto notable del multijugador -y del juego en general- es la destrucción del entorno que ha sido llevado a un nivel extremo. A esto se le suma el clima variable de las locaciones: nos encontramos con tormentas de arena, neblina, lluvia, etc., condiciones que pueden complicar las partidas y que muchas veces obligan a cambiar la estrategia. Todo esto hace lucir al juego más realista y permite una experiencia inmersiva.
Conclusión: Visuales y sonido espectacular
Creo que al igual que yo, muchos agradecerán que DICE haya decidido abarcar un periodo de la historia que ya no se usa hoy en día para los juegos. Recuerdo que mi interés por los shooters comenzó con juegos que abarcaban periodos del pasado como la Segunda Guerra Mundial, por lo que volver a jugar un título de ese estilo me alegra enormemente el día.
Me imaginé que me toparía con un festival de bugs, ya que cuando empecé el prólogo lo primero que me encontré fue un soldado arrastrando a otro mal herido pero separados por dos metros de distancia, o sea el pobre hombre flotaba. Sin embargo, a medida que avancé en el juego no me encontré con más errores, por suerte.
Tanto el apartado visual como el de audio influyen en la atmósfera: si tenemos el juego a todo volumen las explosiones de éste hacen que retumbe toda la casa. Los estruendos, los disparos, los gritos, las melodías épicas y las visuales espectaculares logran transmitir a los jugadores lo que vivieron aquellos soldados hace casi cien años.
A los seguidores de la franquicia les encantará Battlefield 1 ya que mantuvo las mejores funciones de las entregas anteriores pero sumó varias mejoras. Asimismo, es una entrega completamente atractiva para quienes habían ignorado esta saga por sus títulos con guerras futuristas al retomar un contexto que se había abandonado en el mundo de los FPS: las guerras reales.
Lo mejor:
- El retorno de una temática abandonada, batallas del pasado que sí ocurrieron.
- Visuales y sonido a otro nivel.
Lo peor:
- La campaña es muy corta.
- Inteligencia artificial deficiente de los rivales.