Xiaomi definitivamente ya no puede mirarse por encima del hombro.
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La compañía china ha presentado un teléfono llamado Mi Mix, que no es un equipo cualquiera sino más bien un concepto cuya gran novedad está en una pantalla prácticamente sin bordes.
El equipo está hecho de cerámica y reemplaza algunas cosas tradicionales por versiones más innovadoras (en un teléfono): en vez de parlante, hay un sensor piezoeléctrico y en vez de sensor de proximidad hay un sistema ultrasonido que detecta cuando la cabeza del usuario está cerca del equipo. Y todo eso va “escondido” detrás de la pantalla.
Los únicos bordes frontales del teléfono están en la parte de abajo, justamente donde va la cámara frontal. Y todo aquello le da al Mi Mix una relación de 91.3% de pantalla respecto a su cuerpo.
El Mi Mix es un phablet de 6.4 pulgadas a 2040 x 1080 pixeles de resolución (17:9). Corre con Snapdragon 821 y viene en dos versiones de RAM y almacenamiento (4GB/128GB o 6GB/256GB), además de cámaras de 16 y 5 megapixeles y batería de 4400 mAh.
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Pese a ser un modelo aún conceptual (realizado en conjunto con el diseñador industrial Phillipe Starck), el Mi Mix sí va a salir a la venta en China: desde el 4 de noviembre, costará la módica suma de USD $590 (USD $516 para el modelo más barato).
No se ustedes pero a mi me gustaría tener uno, solo porque lo vi en Black Mirror.
