Después del fracaso de ventas que le significó a LG su modelo G5, se apuntan para volver a los teléfonos sin piezas intercambiables el próximo año.
PUBLICIDAD
LG sorprendió a todos al presentar el G5 y sus “Friends”. Una suerte de accesorios montables en la parte baja del teléfono que añadían funciones, como un DAC de audio, un módulo de cámara y… y no mucho más, ya que la versión SE que trajeron a Sudamérica contaba con un procesador de gama media que no aguanta la realidad virtual.
En principio parecía una buena idea, una innovación vista en contadas ocasiones, pero que al momento de llegar al mercado, lo hicieron a un precio muy alto para el consumidor y su uso no resultaba ser lo suficientemente atractivo.
El terminal, a pesar de contar con reviews mayoritariamente positivos, no terminó de convencer al público, dentro de las críticas están su acabado de pintura sobre aluminio que se sentía muy plástico, algunos problemas en el cuerpo del equipo respecto al anclaje de la parte inferior y el botón home que se sentía algo “suelto”.
Dado todo lo anterior, y con el precedente de la buena acogida que tuvo el LG V10 en su momento como el LG V20 en la actualidad, es que la compañía planea volver en gloria y majestad con el LG G6 el año entrante, tomando un diseño tradicional pero innovador, pero cargado de las últimas especificaciones para volver al podio de los gama alta que alguna vez ostentó.