Esto es gracioso porque me imagino a mucha gente soñando con hacer lo mismo: en Francia, un hombre entró a una Apple Store y se puso a destruir teléfonos y laptops como si fuera lo más normal del mundo.
No se sabe exactamente fue la causa de la furia de este buen hombre, pero según reporta 9 to 5 Mac la rabieta viene dada por un reclamo sobre derechos del consumidor y una garantía extendida que supuestamente no le querían ofrecer. O tal vez fue de los que taladró el iPhone 7 para tener puerto de audífonos de nuevo.
Por ende, don enojado procedió a aplastar iPhones y MacBooks con una depurada técnica de destrucción, además de una calma inusitada para la situación.
Finalmente fue detenido por los guardias y aunque intentó escapar, terminó probablemente en una sala de detención sin cámaras y siendo violentado sin que nadie sepa. Eso último solo lo podemos especular, claro está.
Que este mártir sepa que el mundo Android y el mundo Windows lo recibirán con los brazos abiertos.
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