Forza Horizon 3 bien podrían ser varios juegos en uno. Con una naturalidad poco vista en títulos similares, el juego pasa de carreras urbanas a super alta velocidad a circuitos rurales y rally. De saltar por dunas desérticas a verdaderas carreras anfibias entre un auto y una lancha.
Forza Horizon 3 es la expresión máxima de lo que Playground Games comenzó a construir hace años con el primer Horizon en Xbox 360.
Quiero comenzar resaltando lo que podrían ser los detalles cuestionables de Forza Horizon 3 para sacarlos luego de la mesa. El juego es básicamente la versión potenciada de los dos anteriores, amplificando al máximo lo que ya tenía. El mapa es nuevo, más grande, pero cumple con la lista de cosas que debe haber en un mapa de Forza Horizon. Los eventos tienen varias clases pero siguen el modelo de carreras de varias vueltas en circuitos o bien los recorridos de punto a punto compitiendo contra 11 corredores. Hay más letreros por destruir. Hay más caminos por recorrer. Realizando maniobras arriesgadas se consigue más experiencia, se sube de nivel, se pueden comprar nuevos autos o enchular los existentes, etcétera.
El modelo Horizon, sin cambios
La pregunta es ¿es eso un problema? Y la respuesta es rotunda: absolutamente no. Forza Horizon 3 es una genialidad no por las partes que lo componen, sino por como esas partes arman un juego que engancha sin importar lo que se haga dentro de él. Los eventos repartidos por el mapa son una excusa para recorrer el mapa y realmente deleitarse con la forma en que se maneja cada auto y con las actividades entregadas, que ahora involucran expandir el festival Horizon por el país y no tanto competir por la gloria.
Lo cual no quita que dentro del juego no haya competencia porque sí la hay. Si no me equivoco son más de 60 pequeños campeonatos realizados en diferentes parajes y con diferentes especificaciones de autos. El catálogo del juego sigue el patrón de la serie principal Motorsport y regala centenares de vehículos presentados con lujo de detalles. Sí, el sistema de daños estéticos ha sido reducido por razones lógicas -mal que mal, se trata de un juego de corte arcade-, pero en Horizon lo importante no es no chocar sino más bien conducir con estilo. Y eso a veces involucra maniobras arriesgadas.
Que Horizon 3 sea un arcade no significa que la conducción esté simplificada. Como en los juegos anteriores, Playground Games entrega hartas opciones para meterle mano a los vehículos. Ya sea adquiriendo nuevas piezas para motor, transmisiones, llantas y todo eso. O bien ajustando algunos valores para modificar la conducción a gusto (quitar frenos ABS, asistencias de giro, daños mecánicos) y que se acerque más al estilo de un simulador, sin llegar a ser un simulador.
Aún así, la conducción de Horizon 3 es perfecta. Es un lujo pasar de autos de calle tradicionales a una todoterreno potente y que la diferencia sea muy notoria. Lo mismo cuando se va a toda velocidad por campo abierto y se vuelve al camino; el cambio se siente de inmediato y se siente bien. Todo lo que sea “conducir un auto” por Forza Horizon 3 es un lujo. Lo que Turn 10 viene puliendo hace años en Forza Motorsport, Playground Games lo ha ajustado a las reglas de su propio juego, que implica muchas condiciones de terreno o climáticas diferente. No es igual correr una misma ruta a todo sol, con lluvia, luego de la lluvia o de noche.
Australia, mate
El primer Horizon en la Xbox 360 era una bestialidad desde la parte técnica. El segundo juego fue un salto grande en cuanto a escala, pero el hecho de salir también en la consola antigua debe de alguna forma haber limitado lo que el estudio quiso hacer. Forza Horizon 3, sin mayores limitaciones tecnológicas, es otro salto grande respecto al tamaño del mapa y también a como se ve el juego en pantalla. Todos sabemos que la Xbox One no es la máquina más potente del mercado pero Forza Horizon 3 demuestra que, con los recursos apropiados, la consola puede hacer milagros.
Más importante aún es el hecho de que las bondades visuales del juego no son solo técnicas sino también artísticas. En linea con lo que ha sido la serie, Horizon 3 muestra vistas espectaculares, paisajes creados casi a mano y una impresionante puesta en escena que sin lugar a dudas lo ponen en el top visual de los juego de conducción.
Dicho de otra forma, no existe juego de carreras que se vea mejor que Forza Horizon 3.
Conclusión: De los mejores de 2016
Forza Horizon 3 está construido de tal forma que una vez que se comienza una sesión de juego es difícil despegarse gracias a eso de “una actividad más”. El mapa tiene tantas cosas diferentes que siempre se está cerca de un letrero, una carrera, una zona de velocidad o cualquier cosa que hace que uno diga “que más da, voy allá y lo completo”. La experiencia se empieza a hacer adictiva poco a poco porque se ganan cada vez más créditos, más fans y el festival se expande y vuelta a lo mismo de nuevo.
Y cuando parece que todo se está terminando, aparece un granero con un auto escondido. Entonces, en esa ruta loca hacia el granero, uno se va por la pista contraria y empieza a aumentar el multiplicador de puntos y justo aparece una canción en la radio que duplica el puntaje; tal como si fuera un casino, empezamos a subir la apuesta realizando piruetas y acciones temerarias que aumentan el multiplicador y así pasaron 20 minutos desde que dije que iba a apagar la consola.
Forza Horizon 3 es uno de los mejores juegos del 2016. Si nunca han jugado uno o incluso si ni siquiera les gustan los juegos de carrera, deben probarlo. No importa la plataforma, porque en PC o Xbox One es igual de bueno. El trabajo de Playground Games y Turn 10 además consolidan lo que hace rato es un secreto a voces que mucha gente se niega o no quiere reconocer: que la marca Forza va a la vanguardia y que le sacó varios cuerpos de ventaja a su competencia. Horizon 3 es prueba sólida de ello.