Esta semana estuvo en Chile el profesor Duy Linh Tu, Director de Medios Digitales de la Universidad de Columbia en New York, Estados Unidos, dando una charla sobre el futuro de la cobertura de noticias. Tuvimos la posibilidad de sentarnos con él para discutir sobre el actual mundo del periodismo digital y como la gente consume la información y entretenimiento, así como el ascenso de formas de comunicación que durante un tiempo pasaron desapercibidas.
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El papel nunca muere
Partimos consultando la gran duda que siempre sale en redes sociales por lo general cada 2 años: ¿Algún día va a morir el papel como medio de comunicación? Y la respuesta tajante es no, no importa cuanto tiempo pase porque la gente continuará utilizándolo. «Existe un lugar para los medios en papel. Hay comunidades que aún imprimen sus propios periódicos de manera local y a pesar de que en el futuro va a dominar el poderío de lo digital, siempre habrá espacio para los medios físicos».
«Por mas refinado que se vuelva el Kindle u otros dispositivos, hay gente que siempre preferirá el periódico», mencionó Duy.
Financiando a los medios digitales
Con lo anterior fuera del camino, la conversación pasó a un tema más duro como el de la monetización actual de los medios y la forma en que los usuarios han respondido a ello, así como la evolución y adaptación de los medios tradicionales al formato digital. Uno de los métodos de pago más comunes actualmente es el de suscripción, como actualmente hace The New York Times, pero Linh Tu cree que es algo realmente complejo de implementar a gran escala.
El intentar cobrar por algo que desde el inicio de la internet ha sido gratuito es como si por años un verdulero te ofrecía comida a cambio de nada y ahora te pide dinero por ella.
En ello igualmente topa todo el tema que ha ocurrido con la publicidad que sustenta estos sitios y cómo las marcas están preocupadas de que los contenidos sean amigables, siendo un ejemplo el torbellino ocurrido en YouTube hace unas semanas donde videos considerados como «ofensivos» dejaron de producir ganancias a sus creadores para no hacer enojar a las empresas.
Esto lleva a buscar nuevas formas de generar dinero y se llega al modelo suscripción, pero Lihn Tu hace énfasis en que para siquiera intentar ello, el contenido ofrecido debe ser de altísima calidad.
El modelo de suscripción puede hacerse bien si es valioso, si se encuentra un valor adicional. Uno ve que The New York Times cobra, pero su contenido es considerado del mejor periodismo por lo que se justifica el pago para recibir esa clase de material. Y esto es de suma importancia, pues el mismo periodismo ha bajado su calidad en los últimos años.
Hablando de la calidad, conversamos sobre si existe aún lugar en la frenética y rápida internet para piezas y contenido de largo tiro, como reportajes o artículos extensos, a lo que comentó que «irónicamente, Buzzfeed es quien mejor ha producido contenido extenso y la gran mayoría solo en base a videos de gatitos, logrando ser exitoso,» menciona Duy.
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«Las noticias son como la comida, puedes disfrutarlas de manera rápida o como una comida real y bien servida,» esto último siendo lo que aún da pie a que existan contenidos profundos y más extensos.
El futuro de la TV
Finalmente discutimos con Linh Tu sobre cual será el futuro de los medios tradicionales como la TV y la radio en un mundo donde lo digital y la internet predominará. Y puso en la palestra un interesante concepto: «Más que de hablar de radio por señales, hablemos de audio. El audio tiene una posición que otros medios no tienen en relación al periodismo y está presente en muchos más lugares».
«El fenómeno del podcast es uno de los mejores ejemplos de la evolución del audio como forma informativa y de entretenimiento, habiendo muchos programas de opinión y volviendo luego de un tiempo en el cual estuvo oculto,» citando a la popular serie Serial dentro de este boom. Aunque sin duda lo más preocupante es la forma en que la televisión debe transformarse a futuro, porque «su audiencia esta muriendo, literalmente»
La televisión necesita con urgencia cambiar el tono en el cual se comunican si desean llegar al público de las nuevas generaciones.
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