La muerte de Steve Jobs en 2011 fue probablemente uno de los momentos más delicados en la historia de Apple. No sólo representó el fin de una era, sino también la absoluta incertidumbre de qué sucedería con la compañía ahora que no estaba presente su máximo líder. Entonces, llegó Tim Cook.
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(CC) The DEMO Conference / Flickr
Este último comentario parece una alusión directa a declaraciones previas de Woz durante el pleito entre Apple y el FBI por el iPhone de San Bernardino. Donde reconoció y respaldó la labor de Cook, en su negativa a vulnerar la seguridad de iOS a petición del gobierno.
Si el buen Wozniak está contento con la dirección de Tim Cook todo Apple debería estarlo. Aunque siga odiando el Apple Watch.