Es práctica común que, cuando sale una nueva tarjeta de video, los fabricantes envíen algunas muestras a diferentes sitios especializados para que las pongan a prueba. Considerando que en este tipo de productos la potencia es factor fundamental, pequeños porcentajes pueden hacer la diferencia entre los consumidores al elegir una u otra marca.
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Por ende, no es realmente sorprendente saber que MSI y ASUS han estado enviando, para pruebas, tarjetas ligeramente subidas de vueltas respecto a las versiones que se venden en las tiendas.
La situación fue descubierta por TechPowerUp y no se trata exactamente de tarjetas más potentes, sino que vienen configuradas de fábrica en su perfil de mayor velocidad. El caso de la GTX 1080 de MSI es un ejemplo, ya que “dicha tarjeta viene con tres perfiles definidos por software: Gaming Mode (base), OC Mode (más rápido) y Silent Mode (más lento)”, explican en el sitio. Las tarjetas para pruebas todas corren en OC Mode por defecto.
“Los usuarios tienen acceso al perfil más rápido solo si instalan la aplicación de las compañías y lo activan, lo que creemos que nos 100% representativo de las tarjetas que se venden al público y se trata de una táctica cuestionable”, reconocen en TechPowerUp, agregando además que revisaron sus reseñas antiguas y se dieron cuenta que la situación se viene dando hace años.
Cualquiera haya sido el motivo para esto y aún cuando no haya existido mala intención, la práctica es a lo menos cuestionable.
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