La habitación inflable Bigelow Expandable Activity Module (BEAM) por fin se abre al público, luego de un par de semanas problemáticas, en donde su instalación estuvo a punto de poner en riesgo la integridad de su insfraestructura, pero por fortuna esos tiempos delicados ya han quedado atrás y ahora toca el turno de conocer a mayor detalle cómo quedó integrada con la Estación Espacial Internacional (ISS).
Gracias a un video, compartido a través de un canal oficial de la NASA en YouTube, podemos seguir de cerca el recorrido del ingeniero Jeff Williams, mientras abre la escotilla del BEAM para colectar una muestra de aire y ajustar el equipo de control al interior, para monitorear de manera constante el estado del módulo durante toda su vida útil, que será de alrededor de dos años.
Williams, de acuerdo con un comunicado compartido por la NASA en la bitácora digital del proyecto, fue el primer sujeto en ingresar al interior del BEAM, seguido por su colega ruso Oleg Skripochka, quienes se encargarán se repetir este ritual de verificación de sensores y toma de muestras de manera periódica, como parte del protocolo de pruebas para comprobar la eficiencia del BEAM, antes de entrar a una segunda fase.
El astronauta afirma que el módulo es un poco más frío que la ISS, y que no presentaba ninguna evidencia de condensación en las superficies interiores de su estructura, por lo que se podría concluir que no hubo secuelas a raíz de los problemas de instalación acontecidos hace algunas semanas.
Ojalá en la siguiente etapa le pongan algo de decoración.
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