SOBRE LOS SPOILERS: Esta nota de opinión no contiene ningún spoiler, al menos nada que no se haya mostrado en los distintos avances cinematográficos. De igual forma, es un mero punto de vista personal sobre X-Men: Apocalypse, que busca contribuir al debate en torno a las virtudes y defectos de esta cinta.
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Hace una semana, cuando salieron las primeras reseñas de X-Men: Apocalypse, se delineó un panorama poco favorable, muchos analistas parecían odiar abiertamente la película, mientras que los más optimistas no señalaban puntos de fortaleza suficientemente sólidos, ni argumentos que fueran más allá del cariño que se tiene a la franquicia de estos mutantes por su tascendencia.
Al día de hoy, X-Men: Apocalypse posee un promedio de 51 puntos en Metacritic, una calificación por encima de los 44 de Batman V Superman: Dawn of Justice, pero bastante lejanos de los 75 de Captain America: Civil War, y los 74 de X-Men: Days of the Future Past.
¿La película es tan mala como “la crítica especializada” señala? en mi experiencia personal entré a la sala de cine temiendo la peor película de superhéroes del año, y la realidad es que terminé descubriendo una cinta que resultó tremendamente entretenida, a pesar de no ser perfecta. Aquí algunas reflexiones sobre X-Men: Apocalypse.
“Las terceras partes siempre son las peores”.
(C) 20th Century Fox
Las películas de X-Men por lo general tienen una trama con un planteamiento profundo e inteligente con hartos paralelismos (el holocausto nazi, la homofobia, la definición de la identidad en la adolescencia, las adicciones por evasión, el sentido de los movimientos sociales, el temor a dios), pero que por desgracia nunca igualan la densidad entre sus temas con la complejidad contenida y desarrollada para sus personajes.
X-Men: Apocalypse es el mejor ejemplo de ello.
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Las ideas y la magnitud del planteamiento de esta cinta es tan emocionante como ambicioso. Pero la ejecución para muchos podrá resultar desastrosa, ya que se nota un gran cariño de Bryan Singer por lo que está contando y el material original al que le rinde tributo, pero no puede evitar dar un par de tropiezos en el desarrollo de todo hacia su épico tercer acto.
Sí, recuerda a Zack Snyder, pero nunca llega a ser desastroso, confuso y caprichoso. En lo personal creo que para amar y disfrutar de X-Men Apocalypse se necesitan cinco condiciones básicas:
- Tener paciencia durante los primeros 40 minutos de build up. Son confusos y cansados, pero una vez superados, la cinta inicia de verdad, con la secuencia de Magneto en el bosque.
- Estar conscientes que se trata de una película de superhéroes, no un filme dirigido por Kubrick. Ponerse muy exquisitos con la profundidad de la trama y su ejecución es casi absurdo.
- Tener la disposición de reírse, sobre todo cuando la estética de la viñeta del cómic se convierte en humor involuntario al trasladarse en algo live action.
- Saber discernir de que no por ser la peor cinta de esta segunda trilogía significa en automático que sea mala.
- Seguir el juego que la 20th Century Fox inició con Deadpool, donde ahora cada cinta de los héroes de Marvel puede plantear un tono y diseño de personajes distintos a los originales, justo como sucede en los cómics cuando son desarrollados por distintos equipos de dibujantes y creativos.
Una adaptación tan sensata como condenada
La propia intención de adaptar desde el cómic Age of Apocalypse (en su esencia, nada explícito), con parte de la estética dibujada por Jim Lee, dentro del canon de los Hombres X, exigía una galería de excesos, de misticismo poco verosímil, viñetas de pose estática con actores reales, trajes tan ajustados como sexosos y un tercer acto tan atascado de destrucción como las de Transformers. Bajo esa premisa, exigir una cinta fuera de tales parámetros es un poco desubicado y caprichoso.
(C) 20th Century Fox
Hay escenas memorables, toneladas de fan service para quienes se han leído las sagas básicas contra este villano, o que recuerdan la serie animada de los hace dos décadas, y Quicksilver vuelve a robarse la película. Aunque los pecados están presentes, como el inexplicable peso que se le busca dar a Jennifer Lawrence-Mystique y las motivaciones de algunos personajes, incluyendo a Apocalypse.
Ir dispuesto a reírse y sumergirse en los 80 convierte a X-Men: Apocalypse en una grata cinta, que se queda a años luz de la complejidad narrativa y dramática de Days of the Future Past, lo que no es necesariamente malo, y hasta cierto punto se siente fresco, con la oportunidad de plantear un nuevo universo para esta franquicia.
A pesar de que su primera hora es un rompecabezas, en realidad la película nunca deja de ser divertida, y para su segunda mitad se convierte en lo que todos esperarían para pasar un muy buen rato.
Esto no es Marvel Studios
(C) 20th Century Fox
Hay siempre una tendencia a confundir las cintas de X-Men con el universo de películas de Marvel. Pero la realidad es que ambas juegan con reglas muy distintas.
Mientras Avengers y compañía exige ver todas las cintas y series, para chutarse una comedia de dos horas, las de X-Men en realidad están más contenidas y ensimismadas, con actores de alto calibre, un oficio narrativo mucho más sólido y con un tono más serio, pero sin llegar a ser excesivamente pretencioso (excepto cuando ponen a Beethoven como música de fondo).
Esto juega tanto a favor como en contra de esta cinta. Más aún con un planteamiento donde todo se vale y con un villano tan irregular.
Pero X-Men: Apocalypse, a pesar de no ser perfecta y estar por debajo de sus dos entregas anteriores, tiene el corazón en el lugar indicado.
Porque “sweet dreams are made of this“.
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