La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) ha propuesto la aprobación de un subsidio mensual de USD$ 9.25 para ayudar a los estadounidenses de bajos ingresos a que tengan internet de banda ancha.
Este organismo planea reformar el programa LifeLine, el cual dispone de 1.500 millones de dólares para ayudar a quienes se les hace más difícil acceder a las nuevas tecnologías. Hasta el momento, las personas que pueden hacer uso de este subsidio solo deben utilizarlo para pagar sus cuentas de telefonía móvil y fija, pero ahora la FCC quiere incluir la banda ancha en esta subvención.
12 millones de hogares se benefician con el modelo actual, pero de aprobarse el nuevo subsidio, el cual se votará el 31 de marzo y fijará un presupuesto de 2.250 millones, aumentarán a más de 17 millones las familias beneficiadas. Este plan surgió luego de que la FCC extendiera la velocidad (a 25 Mbps) de la banda ancha universal que deben garantizarle a toda la población.
Estados Unidos se toma tan en serio el problema de la conectividad y la inaccesibilidad por problemas económicos que incluso tienen un término para ello, la llaman la “brecha de los deberes”, por el efecto que tiene en los estudiantes de familias de escasos recursos, ya que para realizar las tareas que otorgan las escuelas los jóvenes deben necesariamente ingresar a internet.
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