Surge un nuevo giro en el drama del tiroteo de San Bernardino, el iPhone bloqueado y la negativa de Apple a instalar un backdoor. El debate y la controversia ha polarizado a las fuerzas de la ley y la comunidad informática, lo que ha derivado en una nueva y posible solución a futuro: usar las huellas dactilares de sospechosos muertos para desbloquear smartphones.
De acuerdo con un artículo publicado en Forbes, el uso de huellas digitales de sospechosos fallecidos para desbloquear su smartphone, podría ser la alternativa más sana para evitar la instalación de backdoors y aún así tener acceso directo al terminal deseado durante la investigación de algún caso.
La idea suena extraña, pero en realidad podría funcionar. Andrea Matwyshyn, profesora de derecho de la Northeastern University, señala en entrevista con Engadget, que los rastros de huellas digitales se convierten en evidencia física al surgir un proceso de investigación judicial, lo que las posicionaría en una categoría completamente distinta al de un password o PIN, eliminando así el conflicto actual.
Además, los muertos no pueden resguardarse bajo la constitución de EE.UU., así que no podrían oponerse a usar sus huellas para desbloquear su iPhone, y las trabas legales serían mucho menores que las actuales.
La idea es curiosa e interesante, pero poco práctica para el caso de San Bernardino, el iPhone 5C que ha detonado esta lucha no tiene TouchID.
Eso sin mencionar que sólo sería aplicable para dispositivos que tengan algún sistema similar de desbloqueo.