Golpe bajo, Apple. Desde hace casi un año había circulado entre los usuarios de iOS el misterio del extraño “Error 53”, que aparecía de forma repentina en algunos modelos de iPhone para convertir al smartphone en un costoso pisapapeles.
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Hoy por fin se descubre la naturaleza de este fallo y todo apunta a que se trataría de un mecanismo truculento de la compañía para obligar a sus usuarios a arreglar forzosamente sus terminales en centros de reparación oficiales, aunque sean más costosos.
Todo parte de una investigación de Miles Brignall para The Guardian, en donde relata su travesía y la de otros usuarios de iOS entre centros de atención, foros de soporte, representantes de Apple y expertos como iFixit, para dar con la causa detrás del Error 53, y los motivos por los que la compañía no ha hecho nada por solucionarlo.
Lo barato sale caro
Los síntomas son casi idénticos en todos los casos relatados, el iPhone presentaba una falla física, era reparado en un centro no autorizado, y tiempo después llegaba la notificación de una actualización de software, al instalarla el resultado era la aparición del Error 53. Kyle Wiens, fundador de iFixit vino a dar la explicación más franca sobre este hecho:
El problema ocurre si un reparador cambia el botón de inicio o su cable. En la siguiente actualización de software el iPhone verifica si todos los componentes del terminal son originales, en caso de que no simplemente se autobloquea. Sin advertencia alguna, ni la certeza de poder volver a activarlo.
Este movimiento se puede interpretar como una maniobra para obligar indirectamente a sus usuarios a utilizar los servicios de un centro de reparación autorizado, o para entrar al nuevo programa de reciclaje de Apple con la finalidad de canjear el teléfono roto por crédito para un iPhone nuevo. Pero hay más detrás.
Apple lo confirma
Por su parte, Brignall pudo obtener la declaración oficial de una representante de Apple, en donde se confirma que efectivamente el Error 53 es detonado al detectar la intervención de alguien no autorizado por la compañía para reparar el teléfono, particularmente en su botón de inicio, para convertir el smartphone en un ladrillo, argumentando razones de seguridad:
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Protegemos la información de huellas digitales utilizando un enclave seguro, que se integra con el sensor Touch ID. Cuando un iPhone es reparado por un proveedor autorizado, y los cambios afectan al sensor, la integración con las huellas es re-validada.
Esto garantiza que las funciones de iOS relativas al Touch ID se mantendrán seguras. Sin este proceso de verificación el teléfono sería vulnerado.
Cuando el Sistema Operativo detecta que la validación no se logra con éxito se inhabilita a sí mismo para mantener la información segura.
En otras palabras Apple cuida la información de sus usuarios más que ellos mismos. Así que deberían estar agradecidos y utilizar únicamente centros de reparación autorizados. Aunque el costo sea considerable.
¿Esta es una buena medida fomentada por Apple para cuidar a sus clientes?