Con el cierre del año llega el momento de iniciar las proyecciones financieras para los próximos meses; en una situación de mera especulación, donde el análisis de los factores actuales buscan interpretarse como señales para pronosticar el futuro.
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Bajo esta línea la firma financiera Morgan Stanley ha difundido un reporte incendiario (vía Forbes), en donde su analista Katy Huberty vaticina que las ventas de los nuevos modelos de iPhone podrían descender sensiblemente un 5,7% para el año fiscal 2016, lo que representaría la primera ocasión en la que esta división de la compañía tendría un desempeño con tendencia a la baja.
Este diagnóstico provocó una fuerte oleada de notas y análisis casi anunciando el fin de Apple, sin embargo, en realidad los argumentos de Huberty se reducen básicamente a tres factores, relativamente circunstanciales: las altas ventas de la empresa el año pasado, un exceso de stock que posee la compañía actualmente, lo que ha detonado una baja del 10% en los pedidos de componentes para armar nuevos terminales, y el alto ritmo de penetración de la competencia en otros mercados.
El pasado mes de noviembre comprobamos que Apple sigue siendo líder de ventas en Estados Unidos, pero se trata de un escenario que sólo se ha mantenido dentro de dicho país, ya que en los demás territorios Samsung y Android se muestran como los más fuertes y populares.
A final de cuentas el pronóstico conservador de Morgan Stanley corresponde más a la proyección de una estabilización de su ritmo de ventas, aunque todavía faltan muchos meses para confirmar esta idea.
