Países como Estados Unidos, Rusia, China y los pertenecientes a los conglomerados de la Unión Europea y la OTAN, son partícipes del programa de Microsoft, Government Security Program Agreement, conocido por sus siglas como “GSP”. Esta iniciativa tiene como fin colaborar con organismos gubernamentales en la lucha contra ataques cibernéticos a los sistemas informáticos utilizados por los organismos fiscales.
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Recientemente, el Estado de Chile, a través de la Subsecretaría de Interior, anunció su incorporación a este programa con el objetivo de mejorar la ciberseguridad y acceder a las aplicaciones de seguridad que la compañía desarrolla.
De esta forma, Chile se convierte en la primera nación latinoamericana en sumarse al programa de seguridad. De acuerdo al subsecretaría, esto permitirá que la administración central reciba las credenciales necesarias para el acceso a toda la información de determinados softwares de Microsoft.
El GSP fue creado en 2002 para proporcionar acceso a sus Centros de Transparencia, desde donde se puede acceder a los códigos de fuente de algunos productos de Microsoft, como también a datos técnicos sobre esos programas y servicios de la firma. Esto, en concreto, permite evaluar y resguardar los sistemas existentes, para así tener una infraestructura informática mucho más segura. De la misma forma, el GSP implica colaboración para prevenir ataques informáticos a los países que lo suscriben.
“Chile es un líder en materia digital en la región y este acuerdo que hemos suscrito, le permitirá, además, saber que están trabajando sobre la base de entornos digitales confiables y si, por distintos motivos, se produjesen vulnerabilidades informáticas, tendrán la posibilidad de prevenirlas o de actuar a tiempo para minimizar ese tipo de incidentes”, aseguró Oliver Flögel, gerente general de Microsoft Chile.
De la misma forma, el acuerdo permitirá a los usuarios operar en un entorno seguro, pero además, se trata de una iniciativa que ratifica el compromiso en el combate a la ciberdelincuencia que ha dado la compañía de Redmond, que, entre otras medidas, ha implementado la Unidad de Crímenes Digitales (DCU, por su sigla en inglés) en donde ofrece su colaboración a diferentes países para el apoyo en la lucha contra ciberdelincuentes, principalmente, en casos de pedofilia y abusos contra menores, además de la prevención de ataques informáticos como botnets y malware.