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Existen hoy varias opciones a la hora de elegir un set top box con Android. Marcas como Roku, Amazon o Google mismo con Android TV ofrecen entretenimiento multimedia en el televisor y un poco más.
La NVIDIA Shield Android TV, por su parte, va un poco más lejos incorporando juegos más grandes al paquete. Mal que mal, es NVIDIA y su tradición en el mundo de los videojuegos en poca cosa. La pregunta es: ¿qué tan lejos llega la microconsola?
A primera vista, la Shield llama la atención por un diseño bien compacto. La consola es liviana y pequeña en general y ocupa muy poco espacio en el mueble, al lado de aparatos como la PS4 o el VHS aquel llamado Xbox One. En funcionamiento no hace mucho ruido ni genera demasiado calor, por lo que su presencia es bien invisible.
Pero más allá del diseño exterior, lo importante es como se comporta la máquina en funcionamiento.
Especificaciones técnicas
Procesador | Tegra X1 (4 ARM Cortex-A57, 4 ARM Cortex-A53) a 1.9 GHz – GPU Maxwell a 1 GHz |
Memoria RAM | 3 GB |
Almacenamiento | 16 GB SSD – 500 GB HDD – ranura microSDXC |
Conectividad | WiFi 802.11 a/c/g, Bluetooth 4.1, microUSB 2.0, HDMI 2.0, Gigabit Ethernet, dos puertos USB 3.0 |
Video | Hasta 4K Ultra HD a 60 cuadros por segundo |
Audio | Dolby Surround 7.1, 5.1, Dolby True HD |
Geforce Now
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Geforce Now es un servicio de juegos por streaming, de corte similar a lo que es PlayStation Now o lo que en su momento fue OnLive: los juegos se ejecutan en un servidor (basado en la tecnología NVIDIA Grid) y lo que uno recibe es el video.
Sorprendentemente, mi experiencia con Geforce Now no fue nada mala. Y lo digo considerando que utilicé el servicio con una conexión de casa que si bien en el papel no es “lenta” (15 MB de bajada, 5 de subida), el ISP no destaca por su fiabilidad.
Hasta hace unos años atrás, el gran problema de los juegos vía streaming era la latencia. Incluso en condiciones ideales, OnLive era jugable pero no en las mejores condiciones. Por ello, me sorprendió lo bien que funcionó Geforce Now con juegos como Batman: Arkham Origins o Alan Wake; si bien la calidad de la imagen mostraba no era la mejor (con los típicos “artefactos” que genera la compresión de video), la latencia no fue ningún problema.
En el caso de Alan Wake, se trata de un juego pausado que no requiere de reacciones demasiado felinas ni nada por el estilo. Por el contrario, Arkham Origins sí necesita algo de precisión al luchar contra varios enemigos y armar contraataques y durante mi extendida sesión de juego no tuve ningún problema de conexión, pese a que al arrancar el juego se me advirtió que la conexión no era la óptima.
Esto me lleva a pensar que en Estados Unidos, Geforce Now debería rendir aún mejor. Quizás no tanto en cuanto a la latencia, pero si con una mucho mejor calidad de imagen. En teoría, NVIDIA promociona 1080p y 60 cuadros por segundo, lo que parece inalcanzable a tanta distancia de los servidores.
Geforce Now se paga como servicio (USD $8 al mes) y los primeros tres meses son gratuitos. Algunos juegos vienen incluidos sin costo en la membresía, mientras que otros más nuevos como The Witcher 3: Wild Hunt se entregan a precio completo o casi completo.
Excelente control
El mando es inalámbrico y se carga a través de un cable miniUSB
El joystick que viene con la Shield está basado en el diseño tipo “empanada” que conocemos desde Dreamcast. Es un poco grande y voluminoso, pero en las manos queda muy cómodo. Se siente un poco pesado, pero sobre todo firme; no está hecho de plástico barato ni da la sensación de romperse a la primera, a diferencia del actual control de la Xbox One o del antiguo DualShock 3.
La disposición de los botones es la tradicional, con dos gatillos con bastante recorrido y unos sticks direccionales suaves y de movimientos no tan livianos como los de One o PS4. La cruz direccional también es buena y ello lo comprobé con unas cuantas horas en el emulador de Super Nintendo. La cruz del control de SNES era perfecta y juegos como ISSS Deluxe o Indiana Jones Greatest Adventures hacen que el control de la Shield pase la prueba con bastante holgura.
NVIDIA Shield como set top box
Más allá de los juegos, las opciones de la Shield se enfocan en todo lo que es multimedia. Acceso a YouTube, Netflix (en este caso, con soporte para 4K) y similares están ahí y la calidad de los servicios es la esperable. La interfaz de la consola y las aplicaciones es en general simple y siempre optimizada para una pantalla grande como la del televisor.
Quizás la mayor diferencia radica en la rapidez de esa interfaz. Saltar entre una aplicación y otra o moverse entre pantallas no incluye esos molestos espacios muertos que abundan en otros set top boxes. Esto parece algo lógico, considerando las especificaciones técnicas de la Shield que están bastante por encima de un set top box promedio.
Existe además una vasta selección de juegos “nativos” para Shield. Algunos de ellos son ports de juegos como Half Life 2, Doom 3 BFG, mientras que el resto son básicamente juegos para móvil o tablet porteados de forma casi idéntica al original y eso significa: una calidad gráfica distorsionada en la pantalla grande y micropagos por doquier.
Asphal 8 Airborne es un ejemplo de lo anterior. Ese juego en teléfonos se ve bastante bien, pero en la Shield no. Su rendimiento es muy irregular y gráficamente se queda muy corto. Ese juego en móviles de gama alta es un lujo, pero saliendo de ese formato es todo lo contrario.
Fuera de los juegos de Geforce Now, la mayor parte del tiempo la pasé con un emulador de Super Nintendo. Eso lo dice todo. Y no se trata de las capacidades técnicas de la consola, sino más bien de cuanto se optimiza el software para ella.
Ahora bien, ¿cómo rinden los juegos más “grandes” en la Shield? El análisis de Digital Foundry puede ser más decidor que un puñado de palabras; nótese que los títulos más grandes anunciados hace un tiempo atrás (Resident Evil 5 o Borderlands: The Pre-Sequel, por ejemplo) siguen todavía con el status de “pronto”.
Conclusión: Un set top box (para juegos) caro
El NVIDIA Shield Android TV es en general un buen aparato. El control es excelente y queda muy cómodo en las manos. Geforce Now, aún en condiciones no óptimas, me funcionó sin problemas. La navegación por la interfaz y las diferentes aplicaciones multimedia es rápida y se nota que sus especificaciones técnicas, en esa área, se utilizan bien.
El problema de esta versión Shield es en realidad una combinación entre su precio de USD $199 y sus utilidades. Si bien tiene funciones extendidas a un set top box tradicional, en lo que respecta a juegos tiene demasiado potencial no explotado. Sus especificaciones técnicas son buenas, pero por ahora la inversión de las marcas apunta hacia otro sector (el PC y las consolas tradicionales) y eso significa que las opciones siguen siendo menores.
Por otra parte, el que quiera un aparato con Android para el televisor tiene opciones más baratas y que si bien pueden ser menos rápidas, más feas o más grandes, a la larga terminan haciendo lo mismo: mostrando Netflix, YouTube, Hulu o similares sin ningún problema.
La NVIDIA Shield está a medio camino entre una set top box tradicional y una consola de juegos. Y ahí está su gran pero, porque en ambos segmentos hay opciones más convenientes que hacen lo mismo y hasta un poco mejor.