Podría ser un nuevo capítulo de X-Files con Mulder siguiendo pistas de una extraña estrella descubierta por el telescopio Kepler, que en realidad sería una megaestructura alienígena. El agente del FBI logra interceptar documentos e informes del telescopio de la Nasa. Hasta ahora sabe que es una estrella que parpadea de forma no periódica y todo indica que su esperanza por encontrar vida extraterrestre está a un paso de ser resuelta. La “Estrella de Tabby” o KIC 8462852, así lo indica… pero no. Todo fue una falsa alarma para todos los que soñamos con aquel momento.
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La Estrella de Tabby pasó de ser un cuerpo desconocido a uno de los más interesantes de la noche a la mañana, esto, debido a su extraña morfología y brillo, centrando la atención de los astrónomos, y más aún, de los cazadores de ovnis. Recordemos que este astro, ligeramente más grande que el Sol y situado a casi 1.500 años luz, ha demostrado desde su hallazgo un comportamiento extraño en los patrones de curvas de luz emitidos por la estrella y captados por el telescopio.
Esta idea surgió en base a dos supuestos: Un error de lectura en las variaciones de intensidad de luz o la existencia de un disco de escombros orbitando a la KIC 8462852, un fenómeno común en estrellas jóvenes, pero ésta no lo es.
Posteriormente los astrónomos del Allen Telescope Array (ATA), observatorio de 43 metros y seis antenas, pudieron constatar que a través de su banda estrecha del orden de 1 Hz que no existe ningún tipo de fugas de ondas radiales, lo que también pudo ser corroborado por el SETI, consigna Gizmodo.
Las conclusiones: No hay señales prometedoras entre el rango de frecuencias entre 1 y 10 GHz, lo que descarta la existencia extraterrestre. Una lástima para los cazadores de ovnis.