PlayStation 4 Evolution Studios Sony USD $20
La historia de DriveClub no ha estado jamás libre de problemas. Desde su anuncio original hasta su primer “retraso”, para luego pasar harto tiempo en el limbo hasta que finalmente el juego final llegó… incompleto y con una mitad que no funcionaba. Luego, la edición PS Plus se retrasó más de la cuenta y cuando se lanzó, duró apenas unos meses al aire para luego ser quitada.
Todo eso atentó contra las bondades de DriveClub, un juego que se ve bien y se juega mejor dentro de la pista. Lamentablemente, tanto drama empañó el producto -con justa o no razón, ese es otro tema- y por ello poca gente esperaría algo realmente bueno asociado a DriveClub.
Por eso, DriveClub Bikes es una gran sorpresa.
Menos ruedas no es menor calidad
Partiendo porque todo aquí son motos deportivas y estas se conducen diferente. Se sienten diferente. Esto no quiere decir que el cambio frente al juego original es radical, porque no lo es. Pero claramente, controlar una de las 12 nuevas motos en DriveClub Bikes no es lo mismo que un vehículo de cuatro ruedas.
Si de algo no se le puede acusar a Evolution Studios es en el aspecto “conducible” del juego, a medias entre simulador y arcade -más orientado a eso último- pero por sobre todo, muy satisfactorio y agradable. DriveClub Bikes no escapa a aquello, aunque parece apuntar un poco más a la espectacularidad que en el juego original. No por nada, los eventos con objetivos incentivan siempre a dominar los caballitos hacia adelante o hacia atrás y así aprovechar al máximo las zonas de piruetas.
Por otra parte, tomar una curva en dos ruedas es muy diferente a hacerlo sobre cuatro. Y en Bikes resulta cómodo, más allá de los cambios, porque el control es exigente pero con una curva de dificultad apropiada para la tarea. Mal que mal, DriveClub no es simulación dura sino una experiencia, ante todo, satisfactoria. Una, dos, tres, cuatro carreras y ya es posible “sentir” el control del vehículo, independientemente del modelo.
El esquema para un jugador de DriveClub Bikes es similar al del juego principal, con una serie de eventos que concluyen en uno más grande y que mezclan carreras en circuitos, segmentos más extensos y una que otra prueba de velocidad u objetivos. Todo ello construido sobre el esquema de puntajes y estrellas que permiten desbloquear nuevos eventos, nuevos vehículos, sumar experiencia y conseguir créditos para el Club.
Nada cambia demasiado respecto a lo que había, pero también hay que considerar lo siguiente: DriveClub Bikes es una expansión independiente. Uno donde la experiencia conseguida suma al juego principal, por cierto.
Y dentro de ese formato, Bikes es un producto notable. La cantidad del contenido es apropiada, ya sea en cuanto a motos y circuitos. Pero más importante aún, es bueno tomar en cuenta que los juegos de motos no sobran, sino todo lo contrario. DriveClub Bikes, de cierta forma, llena ese espacio con bastante holgura, más allá de que se trata de una expansión y no un juego completo como tal. Así de bueno es.
Conclusión: Resalta lo mejor de DriveClub
El DriveClub original tenía varios problemas pero la conducción como tal y el envoltorio audiovisual no lo eran. DriveClub Bikes se sube a ese carro (o mejor dicho, a esa moto) y refresca un poco el concepto por el solo hecho de seguir ciertas normas físicas diferentes. Después de haber jugado unas cuantas horas y haber completado casi todo el contenido para un jugador, no podría no recomendarlo: cuesta barato, ofrece contenido de calidad y no necesita el juego original. Ah, y me faltaba mencionar lo notable de las carreras nocturnas o con lluvia sobre parajes llenos de vistas notables, incluyendo algunas chilenas, pero ya lo hice.