En los Estados Unidos pocos políticos parecen estar en desacuerdo con la Patriot Act (Ley Patriota) que nació luego del atentado a las Torres Gemelas y que son la base para las operaciones de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
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Al respecto, el senador Bernie Sanders, quien se identifica como socialista democrático, argumentó su rechazo a la ley que le confiere poderes de espionaje a la NSA en el marco del primer debate presidencial demócrata.
“Me cierro a lo que existe en este momento. Es que prácticamente todas las llamadas de teléfono en este país terminan en un archivo de la NSA”, indicó Sanders. “Esto es inaceptable para mí”.
El senador también se refirió al caso de Edward Snowden, quien también cree que quebrantó la ley, pero también cree que su crimen fue sopesado frente a los beneficios de lo que hizo.
“Creo que Snowden jugó un papel muy importante en la educación del pueblo estadounidense para ver el grado en que se están socavando nuestras libertades civiles”, aseguró el senador.
En tanto, la candidata Hillary Clinton fue enfática en decir que Snowden “se robó información muy importante que ha caído por desgracia en un montón de malas manos. Así que no creo que él deba ser llevado a casa sin enfrentar a la justicia”.
A pesar de estas diferencias, Sanders y Clinton mantienen afinidades sobre otras temáticas, aunque difieren totalmente sobre el destino que debe tener Edward Snowden. ¿Héroe o traidor?