Apple está siempre en la búsqueda de la innovación, pero a veces esa contante búsqueda les pasa una mala jugada. Recientemente conocimos de usuarios de Apple Watch que estaban siendo afectados con irritación provocadas por el níquel y metacrilatos presente en algunas correas y partes de acero inoxidables y aunque no es el único fabricante que ha tenido este tipo de problemas en el pasado, ahora conocemos de otro caso, esta vez involucrando al iPhone 6.
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El diario inglés Daily Mirror expuso la historia de Mark Watson, poseedor de un iPhone 6, el cual posee un cuerpo fabricado de aluminio con mínimos restos de níquel, pero suficiente como para provocarle a Mark una reacción alérgica en la pierna del bolsillo donde acostumbra guardar su teléfono.
“No esperas que un producto Apple te irrite la piel y simplemente no esperas ser alérgico a tu teléfono. Nunca en mi vida he tenido una reacción alérgica al níquel, por lo que era algo que lo asociaba a joyería barata. Sólo creo que está mal que esto pueda suceder”, declaró Watson.
Este es sólo una de las tantas alergias asociadas a los productos tecnológicos y su frecuencia se debe a que existen una cantidad no menor de materiales, orgánicos y manufacturados, que pueden producir irritación al contacto con la piel. Sin embargo, no es la única alergia provocada por nuestros queridos equipos electrónicos.
Es posible debatir largamente sobre si se trata de una forma de vender soluciones mágicas o bien es producto de que nunca antes en la historia habíamos tenido tanta actividad radioeléctrica, pero la hipersensibilidad radioeléctrica es un tema que siempre está presente cuando se habla de alergias relacionadas a la tecnología. Hace un poco más de una semana te mostramos el efecto que tiene en un grupo de hormigas cuando están cerca de un teléfono al momento de recibir una llamada.
