¿Qué esperaría uno de un cartucho de tinta industrial que cuesta más de USD $3500? Lo mínimo sería que: primero, imprimiera bien y segundo: que dure lo que tenga que durar.
No es el caso de Bellevue Fine Art, una compañía dedicada a las impresiones de Seattle en la que, una vez agotado un cartucho de tinta de la impresora Epson 9900 (no de los cartuchos que duran varios años, claramente) y ante la imposibilidad de seguir imprimiendo, se tomó la decisión de abrir uno para ver cuanto le quedaba realmente. La sorpresa al parecer fue grande ya que el cartucho contenía todavía cerca del 15-20% del total.
El problema para Bellevue Fine Art, aparte de la pérdida que la situación significa, es que han tratado de contactarse varias veces con Epson pero la respuesta ha sido siempre negativa. “O nos han ignorado o nos han dicho que estamos equivocados”, explicó la compañía en un video con su descubrimiento (vía Ars Technica) donde se muestra claramente que la cantidad sobrante y desperdiciada no es poca.
Un cartucho de 700ml, al marcarse como vacío en la impresora, quedó todavía con 100-150ml en su interior. Otros más pequeños de 350ml quedan con 60 a 80ml disponibles, un porcentaje aún mayor que en el cartucho más grande.
En el video, Bellevue Fine Arts “desafía” a Epson a que responda como debe ser porque es demasiado el dinero que se tira a la basura mes a mes en milílitros de tinta.