A veces encontramos las cosas más extraviadas en los lugares menos pensados, y esta nota es un buen ejemplo. Durante décadas la ubicación de los restos de la Reina egipcia Nefertiti había sigo un absoluto misterio, surgieron cientos de teorías e igual número de búsquedas infructuosas, hasta ahora, que arqueólogo aparentemente ha dado por fin con ella, encontrando sus probables vestigios en la misma tumba del Rey Tutankamón, Tut para los amigos.
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Nicholas Reeves, miembro de la Universidad de Arizona ha publicado recientemente los resultados de una investigación en donde revela el posible hallazgo, que no ha tardado en ser cuestionado por la comunidad científica. En su estudio, el académico clama haber encontrado una tumba secreta en el Valle de los Reyes, escondida justo detrás de una pared anexa a la tumba de Tutankamón, todo a través de una serie de escáneos a las paredes de la construcción, que ponen en evidencia la existencia de un par de anexos no explorados, en donde uno de ellos podría ser el sitio donde están los restos de Nefertiti.
(CC) ^CiViLoN^ / Flickr
Todo partió desde otro proyecto desarrollado anteriormente por la firma Factum Arte, comisionada para crear una réplica exacta pero a escala del sepulcro, para ser exhibida a la entrada del Valle de los Reyes; al realizar el proceso de escaneado y fotografía digital con su posterior análisis por parte de Reeves, se dio con una serie de fisuras y grietas artificiales en los muros que no serían otra cosa más que dos puertas escondidas, como de Indiana Jones, en donde una de ellas llevaría a una recamara mortuoria donde se encontraría Nefartiti, la propietaria original de esa construcción, que habría sido reutilizada para Tutankamón, víctima de una muerte relativamente prematura.
La teoría del investigador explicaría por qué la tumba del faraón es mucho más pequeña que las demás de otros fallecidos con el mismo rango, pero su texto llega incluso al grado de afirmar que algunos jeroglíficos atribuidos al Rey Tut representan en realidad a la reina. Leer para creer.
La conjetura de Reeves ha sido duramente criticada, a la par que ha detonado la urgencia por la comprobación de su planteamiento. El documento de la investigación no tiene desperdicio, la redacción y estructura de su estudio por momentos parece más propio de la síntesis del nuevo libro de Dan Brown o el próximo juego de Uncharted, pero incita a ser desmentida o confirmada a la brevedad.