Una agencia de protección al consumidor de China demandó al fabricante surcoreano Samsung por las aplicaciones preinstaladas, o bloatware, que uno encuentra en todos sus smartphones.
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El Concilio de Consumidores de Shangai —que también tiene demandado por lo mismo al fabricante Oppo— aseguró que mucha gente protesta porque no solicitan tener ese software preinstalado en sus teléfono, les utiliza mucho espacio del almacenamiento interno, les consume su plan de datos, y que la empresa ha dificultado enormemente el proceso para desinstalar las aplicaciones.
Según estudios de la agencia, un Galaxy Note 3 común puede llegar a tener 44 aplicaciones preinstaladas que no pueden eliminarse, o es particularmente difícil. Mientras tanto, un teléfono que probaron de Oppo tenía 47 aplicaciones preinstaladas.
El secretario general del Concilio de Consumidores de Shangai, Tao Ailian, aseguró que buscan que los fabricantes diseñen sistemas para eliminar más fácilmente estas aplicaciones, y que éstos adviertan a sus clientes cuando compran un nuevo teléfono. “La litigación es nuestro último intento de resguardar los derechos de los consumidores luego que fallaron los otros métodos“, aseguró.