Seamos honestos, la cerámica es concebida normalmente propio de algunas manualidades o utensilios de cocina, sin embargo su estructura molecular contiene las bases suficientes para crear materiales altamente resistentes bajo diversas condiciones extremas de exposición, tanto y tal grado que podría servir para construir una nave espacial.
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Es por ello que Ashfaq Adnan, un Ingeniero en Mecánica Aeroespacial de la Universidad de Texas en Arlington, se encuentra desarrollando un interesante proyecto científico, en el que busca modificar y mezclar las estructuras moleculares de distintos tipos de cerámica para crear una nueva variación, menos frágil y más resistente, con la finalidad de utilizar este compuesto para la construcción de cohetes, plantas de energía y otros sitios donde sería de gran utilidad.
Los avances, reportados por los amigos de Phys.org, señalan que Adnan, ha recibido un reciente estímulo de USD$120.000 por parte de la National Science Foundation para continuar con su investigación, que de materializarse abriría una nueva etapa en la industria aeroespacial. En lo que lleva logrado hasta el momento ha logrado mezclar cerámicas de una misma familia logrando incrementar su resistencia de manera sustancial, de modo que su experimento promete.
Adnan afirma que algunas estructuras de ingeniería necesitan operar a temperaturas extraordinariamente elevadas. Motivo por el cual el trabajar con metales resulta peligroso y problemático, en razón de su tendencia a derretirse, de manera que una cerámica modificada, capaz de resistir temperaturas extremas con resistencia a colisiones, sería una solución innovadora para crear mejores proyectos.
Este es un proyecto interesante, un gran ejemplo de innovación y algo que nos hace pensar sobre las aplicaciones que pueden tener algunas cosas que utilizamos sin mayor atención en nuestra vida cotidiana.
Cabe recordar que las aplicaciones de cerámica tienen rato estudiándose para la producción de smartphones.