Durante los últimos meses, tanto organismos ciudadanos como un grupo de legisladores bipartidistas han trabajado en reducir el poder de esta gran maquinaria de espionaje global.
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Hace 20 días la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el proyecto de ley que acaba con la vigilancia de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA). Sin embargo, recién este martes el presidente Barack Obama firmó una ley que limita las actividades de la NSA, reduciendo por primeras el poder de esta institución luego del Atentado a las Torres Gemelas en el año 2001.
La USA Freedom Act, o Ley de Libertad de EE.UU., impide a la NSA almacenar datos sobre llamadas telefónicas de millones de estadounidenses y sólo podrán ser estudiados algunos casos, siempre con previa autorización judicial.
Para lograr este hito, el Senado ratificó la USA Freedom Act con 67 votos a favor y 32 en contra, adoptada a mediados de mayo por la Cámara de Representantes. Sin embargo, existirá un periodo de transición de 6 meses, en el que la NSA podrá seguir almacenando datos, explica El País.
Sin duda un factor decisivo en las políticas que limitan el poder de esta organización de inteligencia fueron las revelaciones hechas por el ex analista Edward Snowden frente a las prácticas amparadas por la sección 215 de Patriot Act, ley aprobada para espionaje contra el terrorismo luego de los Atentados del 11 de septiembre a las Torres Gemelas.