Después de pasar varios meses en estado de hibernación, la sonda Philae regresó a la actividad este domingo 14 de junio. La sonda aterrizó en noviembre del año pasado en la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gersimenko, convirtiéndose en la primera ocasión que se concretaba tal hazaña; sin embargo, un error de cálculo hizo que Philae quedara en el área sombreada del cometa, provocando que sus celdas solares no recargaran con la velocidad calculada.
Por esta razón, Philae se fue a dormir indefinidamente, a la espera de que la poca luz que recibía en sus paneles se fuera acumulando. Ya en marzo de este año, se especulaba que podría despertar; no obstante, fue hasta el día de ayer que el equipo de la sonda envío un tuit, confirmado su regreso.
El Dr. Stephan Ulamen señaló que Philae se encuentra a una temperatura operativa de -35ºC y cuenta con 24 watts disponibles (la sonda requiere un mínimo de 19 para poder funcionar). Ahora que la sonda despertó, los científicos podrán descargar valiosos datos que fueron recabados antes de la hibernación.
La siguiente tarea de Philae será analizar la superficie del cometa para descubrir si la vida en la Tierra pudo provenir de estos cuerpos celestes. Por lo pronto, la sonda ya nos dio una pista en noviembre, con el hallazgo de moléculas orgánicas en la atmósfera del cometa, por lo que estamos ansiosos por saber qué nueva información nos arrojará. Bienvenido de vuelta, Philae.