El pasado 21 de mayo la presidenta Michelle Bachelet anunció con bombos y platillos la creación de un Ministerio de Ciencias y Tecnología en un futuro cercano.
Recientemente un artículo publicado por el diario La Tercera reveló que cerca de 1.500 investigadores chilenos trabaja sin contrato laboral, por ende, no cuentan con previsión social ni salud, y de este total, la mitad no alcanza a llegar a ganar más de 500 mil pesos chilenos al mes (cerca USD $790).
Esta situación aqueja a cientos de investigadores especializados en tareas de laboratorio (lab managers) o como asistentes de investigación que trabajan para proyectos financiados por Fondecyt, fondo concursable perteneciente a la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt). Entre los afectados hay titulados de bioquímica, biología, biotecnología, química farmacéutica, entre otras, e incluso hay investigadores que cuentan con magíster o doctorado.
“Tengo que cumplir horario, trabajo horas extras que no me pagan, no tengo Isapre (salud) o AFP (previsión social) y no puedo quedar embarazada, porque no tengo derecho a pre y post natal. Es el desamparo absoluto”, asegura Natalia Muñoz, asistende de investigación y líder de Ciencia con Contrato, grupo que busca resolver las deficiencias del actual sistema de financiamiento estatal, además de exponer la situación que afecta a más de 1.500 investigadores.
Al respecto, Francisco Brieva, presidente de Conicyt asegura que la comisión “financia propuestas de investigación hechas por investigadores y/o instituciones, por lo tanto son estas entidades las llamadas a cumplir con las leyes laborales vigentes”, aunque señaló estar interesado en analizar esta problemática.
“Ciencia con Contrato” ya cuenta con sitio web, fan page de Facebook y Twitter. Mañana 9 de junio marcharán a las 11:00 frente a la Plaza de la Constitución (Teatinos con Moneda) y llaman a los adherentes a “llevar su delantal”. De esta forma, si se concreta el Ministerio de Ciencia y Tecnología, una de sus primeras misiones debería ser velar por el bienestar de las propias personas que están detrás del desarrollo científico y tecnológico de Chile.